EN EL LUGAR HALLARON UN FUSIL, MUNICIONES, DINAMITA Y UN CAÑÓN ARTESANAL

Violencia y heridos en toma del mercado paralelo de la coca y a vista de la Policía

El mercado paralelo de la coca fue saqueado por los socios de Adepcoca. APG

Los cocaleros de Adepcoca quemaron el “gallinero del chai” como se nombró el dirigente del MAS, Arnold Alanes. Los uniformados fueron rebasados y pasaron a ser simples espectadores de los desmanes.

Violencia, vandalismo e incluso una requisa de civiles a un hospital fueron parte de los hechos vividos ayer en la toma y quema del mercado ilegal de la facción de cocaleros del MAS, dirigida por Arnold Alanes. Los afiliados a la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) pasaron de una emotiva marcha al saqueo del mercado paralelo, que dejó al menos 25 heridos y que terminó en celebración con sicus y tambores.

Los desmanes provocados al mercado de Villa El Carmen ocurrieron a vista y paciencia de policías que en un inicio fueron rebasados y luego se apostaron en las esquinas, como espectadores. Sólo el personal de Bomberos, ante la demanda de los dirigentes, se movilizó para apagar el incendio provocado en el edificio y salvar la vida de tres niños y dos mujeres, que estuvieron a punto de morir asfixiadas por el humo.

“¡Adepcoca se respeta, carajo!”, “¡Sí se pudo!”, “Ministro incapaz, ¿por qué no te vas?”, fueron algunas de las consignas que los cocaleros de los Yungas corearon ayer en puertas del mercado paralelo de la coca, abierto con aval del Gobierno y que hasta ayer tenía resguardo policial.

En medio del humo por la quema y saqueo de los objetos en su interior, ante la sorpresa de los socios de Adepoca se halló gran cantidad de dinamita, un rifle, municiones y hasta un cañón artesanal.

De la marcha al saqueo

La marcha de Adepcoca partió el domingo del municipio de Chulumani y llegó a La Paz el miércoles a la zona de Urujara. Fue desde ese punto que ayer la movilización partió a las 10:30.

Acompañados de grupos autóctonos con canciones de aliento, la jornada de los cocaleros comenzó con la emoción del reencuentro y la unión de su sector. Todos bajaron hasta la calle 1 de la zona Villa El Carmen, con la consigna de cerrar definitivamente el mercado ilegal de la hoja de coca.

A las 12:35 la cola de la marcha de los cocaleros de Adepcoca aún estaba en Urujara y quienes lideraban la movilización ya habían llegado a puertas del mercado de Alanes. Emocionadas, al centro de la marcha las mujeres de la Regional Irupana entonaban un coro inventado por ellas.

“Chai, chai, chai los Yungas están llegando, a cerrar tu gallinero y llevarnos tu cabeza”, corearon las cocaleras. La dirigente Getsabé T. explicó a Página Siete que a inicios de este año Alanes se autodenominó “chai, que es dañino, una especie de perro salvaje que en las noches ataca a las gallinas. Por eso le decimos chai y ese mercado ilegal es su gallinero. Ahora lo sacaremos de su nido y lo cerraremos”, expresó.

Minutos después de llegar, la columna rebasó a los policías que resguardaban el mercado que fue el motivo principal del conflicto y comenzó la celebración.

Los pocos gases lacrimógenos lanzados por los policías quedaron opacados por las decenas de detonaciones de dinamita que primero fueron atribuidas sólo a socios de Adepcoca, pero luego se verificó que también provinieron de los cocaleros de Alanes.

Los policías no intervinieron ante los desmanes provocados por los socios de Adepcoca ni ante las terribles golpizas que recibieron los del sector afín al MAS.

Los excesos llegaron al punto en que 11 de los cocaleros que estaban en el mercado de Villa El Carmen —nueve varones y dos mujeres— fueron vejados y quedaron semidesnudos.

Luego de horas de retención y agresiones, se les obligó a marchar por la avenida Ramiro Castillo, junto al cañón artesanal encontrado en ese edificio, que más tarde fue entregado a la Policía.

Unas horas antes, los cocaleros de Adepcoca, en el afán de desalojar todo lo que había en el mercado, provocaron un incendio y en el proceso del saqueo agredieron a todos los periodistas, a los que se les impidió grabar.

En medio de la confusión y la violencia de los manifestantes, en la calle apareció Leydi, una joven madre que pidió auxilio para rescatar a sus dos niñas que estaban asfixiándose en el segundo piso del mercado.

Los Bomberos acudieron al lugar y minutos más tarde se logró el rescate de tres niñas y dos mujeres que lograron soportar los efectos del humo. Sin embargo, luego de que los bomberos se retiraron el vandalismo continuó y Leydi se enteró horas después de que todo su departamento fue saqueado y sus pertenencias quemadas.

La joven, quien también es cocalera, explicó que tomó el departamento dos meses antes de que el lugar se convierta en mercado. Leydi sólo lloró en las puertas del mercado, impotente ante la pérdida de todas sus pertenencias.

Los socios de Adepcoca mantienen una vigilia en el edificio, que anoche fue entregado simbólicamente a los vecinos, quienes definieron convertir el lugar en un colegio para la zona.

Buscan a Alanes

Hospital La jefa médica del Hospital San Francisco de Asís, ubicado junto a lo que fue el mercado de coca de Arnold Alanes, calificó de “humillación” la requisa que mujeres dirigentes de Adepcoca realizaron en el centro médico donde buscaron a Alanes. Se especuló que el dirigente se escondió allí ante el ingreso de los cocaleros del sector de Freddy Machicado. Desde la clandestinidad, el dirigente del MAS, que un día antes aseguró que permanecería firme en ese lugar, acusó al Gobierno de deslindarse del conflicto.

Fuente: Página 7