En Bolivia 35 de cada 100 son menores y la protección es el derecho más vulnerado
Más de 4,2 millones de personas tienen menos de 17 años en el país. La Defensoría de la Niñez de la capital atendió más de 3.600 denuncias de vulneración de derechos en 2022, de los cuales unas 1.600 fueron de maltrato
En el país 35 de cada 100 personas son menores de 17 años, lo que muestra grandes oportunidades para engrosar la población joven del país.
Así lo reflejan las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) que muestran que, de casi 12 millones de habitantes en el país, 4.224.400 tienen menos de 17 años, lo que equivale al 35,6 por ciento. Hasta los 11 años hay 2.833.100 (23,9%) y de 12 a 17 años son 1.391.300 (11,7%).
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) llama a los países a priorizar inversiones para impulsar a la niñez.
Advierte que, los costos de no invertir pueden cobrar factura en el futuro, porque si no se apuesta ahora por los niños, cuando sean adultos pueden perder una cuarta parte de su ingreso anual, mientras que los países pueden perder hasta el doble de su gasto actual del PIB en salud y educación; y las consecuencias de la inacción no afectan solamente a las generaciones presentes, sino que también a las generaciones futuras.
En cambio, si se apuesta por la niñez, se tendrá jóvenes con mayor preparación y más oportunidades para impulsar al país.
La Unicef señala que es clave que todos los niños, niñas y adolescentes tengan acceso a un paquete de servicios esenciales e integrales desde la primera infancia y durante todas sus etapas de crecimiento.
Advierte que a pesar de los avances en materia de derechos de la niñez, todavía haya muchos niños que no tengan acceso a oportunidades justas para desarrollarse y alcanzar su máximo potencial desde el comienzo de la vida.
Falta protección
Debería estar en los cuadernos, haciendo tareas o en la escuela, pero está en una rotonda. Se abre paso en medio del tráfico e intenta congraciarse con los conductores para que lo dejen limpiar los parabrisas a cambio de unos centavos.
Bajo el intenso sol del mediodía, un niño de 12 años se expone a riesgos en los semáforos del cuarto anillo y avenida Virgen de Cotoca, en medio del abandono no solo de su familia, sino también del Estado.
Con solo dos años de edad no puede ni siquiera ejercitar sus piernas para caminar, mucho menos para jugar. Está sostenida por un cargador donde solo se le pueden ver colgar sus piernas. Se ha acostumbrado tanto que ni siquiera hace movimiento alguno para resistir al sol o al frío al que la expone su padre que algunas veces pide limosna en la rotonda del cuarto anillo y Tres Pasos al Frente.
Esta realidad toca a miles de niños en el país, donde a diario se transgreden sus derechos, como la educación, la salud, la familia, entre otros. De todos ellos, el que más se vulnera es el derecho a la protección, incluso dentro de las familias que deberían ser las que garanticen su seguridad e integridad, señalan las autoridades.
Según datos de la Defensoría de la Niñez, el año pasado solo en Santa Cruz de la Sierra se registraron 3.639 denuncias de vulneración de derechos, de las cuales unas 1.600 fueron de maltrato en sus distintas formas.
Hoy se celebra el Día del Niño en el país y la jornada estará marcada de festejos, agasajos y actividades para agasajarlos.La fecha también es propicia para que las autoridades impulsen políticas públicas orientadas al bienestar de este grupo vulnerable, según la Unicef.
El jefe de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, Alexander Salazar, señala que el año pasado esa institución atendió unos 1.600 casos de maltrato a niños, ya sea físico, sicológico y de otro tipo, los cuales se dan principalmente en el seno familiar. También preocupa la violencia sexual, toda vez que en 2022 se registraron 22 casos; al igual que el abandono, porque el año pasado cerró con 125 denuncias. Además, señala que se estima que en la ciudad hay unos 200 niños en situación de calle.
“No debería existir niños a los que se les vulnere sus derechos. Ellos son inocentes y nosotros estamos para protegerlos. Lamentablemente el núcleo familiar se está desintegrando más y esto los empuja a salir de sus casas porque no tienen seguridad en sus hogares”, manifestó.
Agregó que desde la Defensoría de la Niñez se trabaja en la prevención del maltrato y en garantizar su protección y sus derechos, a través de talleres y charlas de orientación en escuelas, ferias educativas, y haciendo seguimiento a los niños en situación de riesgo.
También brindan ayuda a las familias y niños que buscan apoyo en temas legales, e interponen acciones cuando les llegan denuncias de delitos contra niños.
En la región y el país
En medio de todas esas vulneraciones y necesidades, también hay niños abriéndose paso para un mejor futuro. Este año, en todo el territorio nacional más de 3 millones de estudiantes fueron matriculados en las diferentes unidades educativas.
En la región metropolitana de Santa Cruz hay 434.605 alumnos en 842 unidades educativas. El 72 por ciento, es decir, 313.064 están matriculados en el municipio capitalino, 44.619 (10%) en Warnes, 32.982 (8%) en La Guardia, 25.370 (6%) en Cotoca, 15.210 (3%) en El Torno y 3.360 (1%) en Porongo.
Según proyecciones del INE, para el 2030 habrá 2.924.000 niñas y niños en el país.
De la población de 6 a 19 años que trabaja, 60,1% asiste a la escuela o colegio, siendo las niñas de 6 a 11 años, el segmento poblacional que registra un mayor porcentaje con 91,5%, seguido de los niños de 6 a 11 años con 85,7%, según el censo 2012.
Datos oficiales del INE revelan que el 67,9% de los niños hasta los 11 años acude a un establecimiento sanitario público cuando presenta problemas de salud.
Trabajo infantil
La Encuesta de Niños, Niñas y Adolescentes (ENNA 2016) mostró que, de 3 millones de menores de 5 a 17 años en Bolivia, 739.000 realizaba alguna actividad laboral o trabajo. De estos, 296.000 trabajaban y 443.000 desarrollaban actividades en el marco familiar y social comunitario.
Un informe conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de Unicef estimó que en el mundo, a principios de 2020, 160 millones de menores estaban forzados a trabajar, es decir, 8,4 millones más que hace cuatro años.
Y más preocupante es aún el crecimiento del número de pequeños de 5 a 17 años que desempeñan trabajos peligrosos, es decir, que pueden afectar directamente a su desarrollo, su educación o su salud.
Esta categoría incluye sectores peligrosos como la minería o la pesca o, también, el hecho de tener que trabajar más de 43 horas semanales, que hace que la escolarización sea prácticamente imposible para este grupo.