Belén: otra Navidad en guerra

Ya es la segunda Navidad marcada por la guerra en Belén, y la situación parece aún más sombría que el año pasado. ¿Queda algo de esperanza en la localidad?

La historia cristiana asegura que Jesús nació en un humilde pesebre en Belén. ¿La razón? Ya no había lugar en los albergues para recibir a más personas. Dos milenios más tarde la situación es diametralmente opuesta: casi toda la capacidad hotelera de Belén, estimada en unas cinco mil camas, está vacía. No hay turistas. Y esto no solo afecta a los alojamientos, sino también a las pequeñas tiendas. Ramzi Sabella tiene una con vistas a la Iglesia de la Natividad de Jesús y recuerda casi uno a uno todos los turistas que este año han ingresado a su local. "Hace unas semanas vino una persona de Nigeria", cuenta.

Los peregrinos generalmente le compran cargadores para los móviles y palos de selfie. En condiciones normales, en estas fechas estaría muy ocupado atendiendo público. Pero en tiempos de guerra las cosas son totalmente distintas. "Ahora solo vienen a veces algunos vecinos a comprar los productos más baratos. Ya casi nadie tiene dinero", explica Ramzi.

Los residentes se van

Desde que estalló el conflicto armado en la Franja de Gaza, la economía de la Cisjordania ocupada por Israel, donde se encuentra Belén, se ha derrumbado. El turismo es la principal fuente de ingresos, pero según la asociación hotelera local, la ocupación de camas cayó de un 80 por ciento antes de la guerra a solo el 3 por ciento en la actualidad.

También en la gran plaza de la Natividad el ambiente es sombrío. En tiempos normales acá se escucha la música navideña que retumba a todo volumen en el casco antiguo de la ciudad. Pero este año impera el silencio. No hay villancicos, no hay árbol de Navidad y ni siquiera se pusieron adornos. Solo unos pocos periodistas llegaron para informar sobre el triste presente del lugar.

Ya es el segundo año que la Navidad acá se ve ensombrecida por la guerra. Según las autoridades locales, casi 500 familias han emigrado de Belén en los últimos meses, un número considerable teniendo en cuenta que la población es de solo unos 30.000 habitantes. Y estas son las cifras oficiales. Quienes se han quedado estiman que son muchos más los que han pedido visas de turista temporales y tratan de ganarse la vida en el extranjero con trabajos ocasionales.