Tercera granizada en un mes: Tarija vive los contrastes del cambio climático

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Una intensa granizada sorprendió nuevamente a la ciudad de Tarija la tarde de este jueves, dejando calles convertidas en ríos de hielo, árboles dañados y viviendas anegadas. El fenómeno se registró tras una jornada calurosa con temperaturas superiores a los 30 grados, un contraste extremo que refleja la creciente inestabilidad del clima en la región.

El temporal afectó principalmente la zona central de la capital, donde las lluvias y el granizo bloquearon el tránsito vehicular en avenidas como la Víctor Paz Estenssoro, además de provocar anegamientos en la plaza Luis de Fuentes y Vargas, cuyos alrededores se transformaron en verdaderos torrentes. Incluso el edificio central de la Alcaldía sufrió el ingreso de granizo, obligando a funcionarias a retirar el hielo acumulado con escobas.

El director de Gestión Ambiental y Riesgo de la Gobernación, Reiner Figueroa, informó que la lluvia y el granizo se prolongaron por más de 20 minutos, tiempo suficiente para causar destrozos en áreas verdes y viviendas. “Se desplazaron brigadas para evaluar los daños en distintos barrios y comunidades rurales afectadas”, explicó.

Desde la Unidad Municipal de Gestión de Riesgos se activó un plan de emergencia para limpiar vías, desobstruir desagües, drenar calles inundadas y brindar asistencia a las familias afectadas. El alcalde Johnny Torres indicó que la maquinaria y el personal del Gobierno Municipal trabajan en zonas críticas como Palmarcito, Abaroa y San Luis, donde la quebrada El Monte incrementó su caudal e inundó parte del vecindario.

El agrónomo Mateo Tapia advirtió que este tipo de eventos extremos son cada vez más frecuentes y difíciles de predecir. “Ya no hay pronóstico que valga ni estadística que se sostenga. El cambio climático está alterando los patrones tradicionales, y lo que antes era excepcional, ahora se repite con frecuencia”, afirmó.

Esta es la tercera granizada en poco más de un mes. La primera, ocurrida el 12 de septiembre, destruyó cultivos en comunidades como San Jacinto Norte y Yesera; la segunda, días después, afectó barrios periféricos de la capital con grumos de hasta cuatro centímetros.

Los especialistas advierten que estos eventos extremos podrían volverse más recurrentes con la llegada de la temporada de lluvias, poniendo en riesgo tanto la seguridad urbana como la producción agrícola del valle central.

“Estamos ante un síntoma claro del cambio climático: calor extremo seguido de lluvias intensas y granizadas violentas. Es una alerta para fortalecer la gestión ambiental, la planificación urbana y la protección de nuestros ecosistemas”, concluyó Tapia.