Fiscalía confirma que una mujer asesinó a su hija y luego se suicidó

El esclarecimiento de este caso se da horas después del hallazgo de los restos de la menor

El fiscal departamental de Santa Cruz, Róger Mariaca, confirmó este lunes que la mujer que se quitó la vida lanzándose de un edificio de la zona de Equipetrol asesinó a su hija de dos años y 11 meses de nacida. El esclarecimiento de este caso se da horas después del hallazgo de los restos de la menor.

“Una vez que el Ministerio Público conoció el hecho, de manera inmediata, se procedió a realizar el registro de los lugares de los hechos, toda vez que el cuerpo de la menor fue encontrado en su domicilio en la zona de la Radial 10. Mientras que la madre se lanzó del tercer piso de un hotel ubicado en el tercer anillo”, informó Mariaca.

Mariaca explicó que el caso fue tipificado como infanticidio seguido de suicidio, luego de que la autopsia develó que la niña fue ahorcada por su madre Érika S. R. (34).

Por su parte, la fiscal asignada al caso, Francisca Rivera, indicó que, de acuerdo a las investigaciones, la niña Valesca C. S. fue asesinada el 25 de septiembre en una vivienda de la zona de la Radial 10. Luego, Érika cerró con llave el cuarto dejando el cadáver en el interior y salió del lugar.

La mujer se dirigió a una habitación que había alquilado en un edificio del tercer anillo de la zona Equipetrol, de donde se lanzó para acabar con su vida. Su cuerpo fue encontrado ese mismo día, es decir el domingo, y la Policía desconocía los por menores del caso hasta esta mañana, cuando se encontró el cadáver de la niña de dos años y 11 meses.

Los familiares de Erika, que viven en el inmueble colindante, no sospecharon de la muerte de Érika, tampoco de la niña, pues creyeron que habían salido.

"Cuando abrieron la puerta, mi nieta estaba ahí, muerta, la habían dejado encerrada", se lamentó Juan S. O., abuelo de la pequeña.

Señaló que no vieron salir a su hija del lugar, ya que él y su esposa, el domingo, fueron a visitar a unos amigos, y cuando regresaron pensaron que Érika y su niña habían salido. "No puedo juzgar a nadie porque no sé qué pasó. Quiero que se esclarezca todo", manifestó el hombre angustiado. 

Érika y el padre de la niña no convivían, pero no habían perdido comunicación para estar pendientes de su hija en común.