Esto es lo que dice de tu personalidad la forma en la que comes, según los psicólogos: "No se puede ocultar"

No es lo que comes, sino cómo lo comes: Los psicólogos afirman que el modo en que consumes tus comidas (la velocidad, el método...) dice mucho sobre tu personalidad.

Juliet Boghossian es una experta en comportamiento con base en Los Ángeles, que explica que los hábitos relacionados con la comida "absolutamente" pueden definir las "idiosincrasias y rituales" de una persona, recoge el Daily Mail. "Si realmente quieres ver a través de una persona, debes prestar atención a los detalles que no se pueden ocultar cuando está comiendo", dice.

Comedores lentos

Si bien algunos podrían pensar que quienes comen despacio simplemente saben cómo disfrutar una comida, la psicología dicta que esto podría indicar que no le gusta apresurarse y que tiene miedo de cometer errores.

Phil Mutz, otro psicólogo citado por el Mail, dice que quienes comen despacio "saben apreciar la vida" y tienden a tener más confianza en sí mismos, aunque pueden ser obstinados y rígidos en lo que respecta a sus rutinas.

Comedores rápidos

En cambio, comer demasiado rápido puede ser un signo de inseguridad. Boghossian dice que la velocidad con la que uno come también "revela la velocidad con la que asume y disfruta la vida".

Las personas que comen rápido también suelen ser muy buenas para realizar varias tareas a la vez y cumplir plazos y, a diferencia de los lentos, son más propenso a poner otras cosas y personas por delante de sí mismos.

Según Mutz, también son excelentes compañeros debido a su naturaleza generosa; muchos de los que comen rápido no se toman suficiente tiempo para sí mismos o no se concentran en sus propias necesidades tan a menudo, lo que a la larga puede convertirse en un problema.

Comedores quisquillosos

Algunas personas son muy exigentes y puede resultar imposible satisfacerlos incluso en el mejor de los casos. Julia Hormes, psicóloga especializada en comportamiento alimentario, señaló que hay investigaciones que han mostrado que la renuencia a ingresar en territorio alimentario desconocido puede estar vinculada a rasgos de "búsqueda de sensaciones, ansiedad y neuroticismo".

Mutz adopta una postura más favorable, afirmando que quienes comen de forma selectiva suelen sentirse cómodos con quienes son y con lo que desean. Las personas quisquillosas para comer son personas curiosas que anhelan conocimiento y no tienen problemas en hacer preguntas si eso les ayuda a permanecer en su zona de confort, dice.

Los que se dejan lo mejor para el final

También hay comensales que prefieren saborear los bocados más sabrosos de su comida hasta el final. Estas personas se pueden relacionar con la 'teoría del pico final', que en psicología se refiere a quienes prefieren que su impresión final sea positiva.

Guardar la mejor parte de una comida hasta el último minuto genera anticipación y permite a los comensales establecer una sensación de control sobre su experiencia, lo que a su vez hace que el bocado final sea más gratificante.

También es indicativo de una persona a la que le gusta organizar y separar los diferentes alimentos en su plato. Esto puede indicar que alguien anhela el orden en su vida y le cuesta ser flexible. Si bien son excelentes para mantener sus casas y escritorios ordenados, les cuesta compartir las responsabilidades con otros porque prefieren que las cosas se hagan de cierta manera, según Mutz.