Corredor Bioceánico avanza en Paraguay y Bolivia queda rezagada del megaproyecto regional

El Corredor Vial Bioceánico, una de las obras más ambiciosas de integración en Sudamérica, continúa su ejecución en el corazón del Chaco paraguayo, mientras Bolivia observa desde la periferia, sin avances concretos en su inclusión efectiva en el trazado vial principal.
Paraguay lidera avances con enfoque ambiental y cultural
Según el diario paraguayo Hoy, el Tramo 3 de la Ruta PY15, que conecta Carmelo Peralta con Pozo Hondo, progresa con estándares de sostenibilidad. El proyecto contempla la construcción de pasos de fauna —13 ya en Tramo 1 y 28 más en Tramos 2 y 3—, además de planes de reforestación y talleres con comunidades indígenas para preservar la cultura y el medio ambiente del Chaco.
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones de Paraguay (MOPC) también capacita a los trabajadores sobre la protección del patrimonio ambiental y arqueológico, reforzando así su compromiso con una infraestructura respetuosa del entorno.
Bolivia insiste en su inclusión, pero el trazado sigue sin pasar por su territorio
El ministro boliviano de Obras Públicas, Edgar Montaño, ha reiterado que “Bolivia está incluida en el Corredor Bioceánico”, refiriéndose a su propuesta paralela del Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración (CFBI), como complemento al trazado vial.
No obstante, el corredor vial que une Brasil, Paraguay, Argentina y Chile avanza sin tocar suelo boliviano, lo que deja al país en una posición secundaria dentro de este estratégico proyecto regional.
Analistas critican el rezago boliviano por conflictos internos y falta de políticas claras
Expertos y medios bolivianos atribuyen este aislamiento a la debilidad en políticas públicas de infraestructura, los constantes bloqueos sociales que interrumpen las rutas y la imagen de Bolivia como un país poco confiable para el tránsito libre de mercancías. Esta percepción habría influido en la decisión de los países vecinos de consolidar un trazado alternativo al margen de Bolivia.
FUENTE: EL DEBER