Segunda fase del modelo económico del Estado Plurinacional: La industrialización y sustitución de importaciones avanzan para “cambiar la vida de los bolivianos”

ABI

 Con la segunda fase del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), como característica del nuevo Estado Plurinacional de Bolivia, la industrialización y la sustitución de importaciones avanzan para “cambiar la vida de los bolivianos”.

Según el viceministro de Presupuesto y Contabilidad Fiscal, Zenón Mamani, la industrialización de los recursos naturales y materias primas para sustituir las importaciones, es la segunda fase del Modelo Económico Social Comunitario Productivo.

Y en la línea de la segunda fase de este Modelo Económico, Bolivia encara la construcción de unas 150 plantas de industrialización, con Bs 29.000 millones de inversión, con el fin de sustituir las importaciones, generar fuentes de empleo y “diversificar su base económica”.

En agosto del pasado año, durante la presentación de su libro, “Un modelo económico justo y exitoso. La economía boliviana 2006 - 2019”, el presidente Luis Arce, explicó que la industrialización es “aprovechar lo que tenemos” y la sustitución de importaciones “obliga a los bolivianos a producir lo que consumen”, como alimentos, principalmente.

“Nos hemos dado cuenta ya, a esta altura, de que no es un sueño, de que no era una cosa imposible que Bolivia se industrialice, que sí se lo puede hacer y además ya lo estamos haciendo”, destacó.

Mencionó que el proceso industrializador “apunta a beneficiar a los más débiles, a los más pobres, a los excluidos de la sociedad” y por ello las plantas procesadoras están siendo construidas en el área rural, fundamentalmente.

“Es el área rural donde está la materia prima, donde se produce, donde las hermanas y los hermanos están trabajando permanentemente poniendo la espalda al sol para producir los alimentos y nosotros pasamos a industrializarlos”, afirmó.

Si la industrialización apunta a “aprovechar lo que tenemos”, de acuerdo con el mandatario, “hemos ido avanzando en la sustitución de importaciones” con la puesta en marcha de diferentes plantas industrializadoras y el fortalecimiento a la producción.

“Paulatinamente estamos yendo a esa sustitución de importaciones (…), poco a poco nos empezamos a divorciar de la dependencia de la importación, para producir nuestro propio alimento”, sostuvo.

Con la puesta en marcha de sus plantas industrializadoras y las políticas de apoyo a mejorar la producción, el país ya sustituye importaciones de alimentos, bebidas, fertilizantes (urea, cloruro de potasio y NPK) y envases de vidrio.

Según los datos del Viceministerio de Comercio Exterior e Integración, en 2022 Bolivia redujo importaciones en más de 658.000 toneladas en unos 200 productos de rubros como alimentos y bebidas.

La planta NPK, de producción de fertilizantes granulados, en Cochabamba, que tiene una capacidad de producción de unas 60.000 toneladas por año, garantiza cubrir el 100% de la demanda interna de este tipo de fertilizante.

A la producción de esta factoría se suma la urea fabricada en la planta de Bulo Bulo, también en Cochabamba.

Los datos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) dan cuenta de que el 99% del total de la urea consumida en Bolivia es de producción de esta factoría, lo que significa que la importación del fertilizante se sustituye casi en su totalidad en el país.

Por otro lado, está el cloruro de potasio, otro agrofertilizante que Bolivia produce actualmente en su planta industrial instalada en Potosí, a cargo de la empresa Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).

 

Cosecha de obras

A inicios de este mes, el Jefe de Estado anunció que este 2024 y 2025 serán años de cosecha de las grandes obras de la industrialización que empezaron a ejecutarse los tres primeros años de su gobierno, con miras a consolidar esta política para sustituir importaciones.

“Hoy es la época de cosecha de nuestras obras, hemos sembrado durante el 2021, 2022 y el 2023, (y el) 2024 y 2025 vamos a estar inaugurando esas grandes obras de industrialización, esas grandes obras que van a cambiar la vida de los bolivianos”, afirmó en un acto en Mizque, Cochabamba.

Entre tanto, el viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles, informó que este año, el Gobierno nacional entregará “mínimamente” 20 industrias manufactureras, iniciará la construcción de 13 nuevas plantas, además tiene 13 nuevos estudios de proyectos.

Con “este proceso intensivo de industrialización”, de los recursos naturales y materias primas, la economía boliviana alcanzará tasas de crecimiento cercanas al 5,5% y 6% en 2025, señaló el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, en su momento.

“La economía boliviana, a partir de este proceso intensivo de industrialización, el 2025 va a tener tasas cercanas al 5,5, 6 por ciento, así va a estar creciendo la economía boliviana y ese chip ya lo tiene el pequeño productor”, puntualizó.