Putin lanza un feroz asalto para rendir Kiev

Un ataque contra la torre de televisión de la capital deja cinco muertos

En Kiev saben que serán los siguientes en probar la lluvia de acero de Rusia, que llama a la puerta de su casa con bilis atrasada. Después de dos jornadas sembrando el terror atacando viviendas en diversos puntos del país, el Ministerio de Defensa ruso avisó de que empezaría su asalto disparando en la capital contra las sedes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y una unidad de operaciones especiales. Horas después del anuncio fue bombardeada la torre de la televisión de Kiev, que está situada justo en el lugar que recuerda a las víctimas de Babi Yar, una de las mayores masacres de judíos durante el Holocausto nazi.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, lanzó un mensaje al mundo: "¿De qué sirve decir 'nunca más' durante 80 años, si el mundo se queda en silencio cuando cae una bomba en el mismo lugar de Babi Yar?, la historia se repite". La operación rusa causó al menos cinco muertos. Los bombardeos tenían como objetivo prevenir "ataques de información" contra Rusia, dijo Moscú, que instó a quienes se encuentren cerca de esos lugares a abandonar la zona.

Más tarde, el presidente ucraniano se manifestó dispuesto a realizar negociaciones con su homólogo ruso para que se termine la operación militar especial de Rusia en Ucrania. "El mundo ya entiende que es necesario sentar al presidente ruso a la mesa de negociaciones mientras están dispuestos a sentarse, y yo también", dijo en declaraciones a CNN y Reuters.

Zelenski también añadió que la situación "no es una película", sino "algo muy serio" y que él "no es un icono, sino Ucrania". "Ucrania es el corazón de Europa, y ahora creo que Europa ve que Ucrania es algo especial para este mundo", dijo el líder ucraniano.

En Kiev saben que serán los siguientes en probar la lluvia de acero de Rusia, que llama a la puerta de su casa con bilis atrasada. Después de dos jornadas sembrando el terror atacando viviendas en diversos puntos del país, el Ministerio de Defensa ruso avisó de que empezaría su asalto disparando en la capital contra las sedes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y una unidad de operaciones especiales. Horas después del anuncio fue bombardeada la torre de la televisión de Kiev, que está situada justo en el lugar que recuerda a las víctimas de Babi Yar, una de las mayores masacres de judíos durante el Holocausto nazi.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, lanzó un mensaje al mundo: "¿De qué sirve decir 'nunca más' durante 80 años, si el mundo se queda en silencio cuando cae una bomba en el mismo lugar de Babi Yar?, la historia se repite". La operación rusa causó al menos cinco muertos. Los bombardeos tenían como objetivo prevenir "ataques de información" contra Rusia, dijo Moscú, que instó a quienes se encuentren cerca de esos lugares a abandonar la zona.

Más tarde, el presidente ucraniano se manifestó dispuesto a realizar negociaciones con su homólogo ruso para que se termine la operación militar especial de Rusia en Ucrania. "El mundo ya entiende que es necesario sentar al presidente ruso a la mesa de negociaciones mientras están dispuestos a sentarse, y yo también", dijo en declaraciones a CNN y Reuters.

Zelenski también añadió que la situación "no es una película", sino "algo muy serio" y que él "no es un icono, sino Ucrania". "Ucrania es el corazón de Europa, y ahora creo que Europa ve que Ucrania es algo especial para este mundo", dijo el líder ucraniano.

Tras unos primeros ataques 'quirúrgicos' en su ofensiva militar, que empezó hace justo una semana, Rusia está ahora bombardeando en los centros de las ciudades, usando misiles y artillería en áreas residenciales y sedes administrativas. Un ataque con misiles devastó un gran edificio gubernamental, en la plaza principal de Jarkov, la segunda ciudad más grande del país. En las imágenes de las cámaras de seguridad de un edificio cercano se aprecia una inmensa bola de fuego que mató a diez personas, hiriendo a 35. "Se están retirando los escombros y habrá más víctimas y heridos", auguró Anton Gerashenko, asesor del ministro del Interior. Otro ataque en un barrio residencial destruyó un hospital y provocó varios muertos y heridos. El presidente Zelenski afirmó que estos actos equivalían a "terrorismo de estado".

Tras golpear Jarkov sin conseguir tomar la ciudad, los rusos llevan días acercándose a Kiev, aunque con dificultades por la dura oposición que ofrece el ejército ucraniano. Entre sus objetivos figura una planta de energía térmica que proporciona electricidad a los tres millones de personas que viven en la capital ucraniana. Tras dejar a los kievitas sin televisión, lo siguiente es dejarlos a oscuras y sin poder cargar el móvil.

En Kiev hielan la sangre las imágenes publicadas por la compañía de satélites estadounidense Maxar, que muestran tanques, artillería y camiones de combustible rusos que se extienden a lo largo de 60 kilómetros por una carretera en el norte rumbo a la capital. "Para el enemigo, Kiev es el objetivo clave", avisó Zelenski: "Los neutralizaremos a todos".

El avance de Rusia hacia Kiev se ha estancado también debido a que sus fuerzas afrontan problemas logísticos, incluida la escasez de alimentos para algunas unidades. Según señalaron fuentes del Departamento de Defensa de EEUU, Moscú podría estar reevaluando cómo avanzar en la ciudad: "Están estancados al norte de Kiev y parece que se están reagrupando, adaptándose a los problemas que han tenido", dijo un funcionario norteamericano hablando bajo condición de anonimato. Además, los ucranianos habían destruido uno de los puentes. Un análisis del Ministerio de Defensa británico coincide en que el avance ruso sobre Kiev había progresado poco en las últimas 24 horas, probablemente debido a problemas logísticos. Pero también advirtió sobre un cambio en las tácticas rusas que podría empeorar la difícil situación de los civiles.

Rusia no ha dado apenas datos de sus pérdidas en el campo de batalla, pero las imágenes de Ucrania han mostrado tanques y cuerpos de rusos calcinados en el mismo camino donde fueron atacados por soldados ucranianos, muchas veces usando drones turcos o misiles javelin ofrecidos por Occidente. El Estado Mayor de Ucrania asegura que las pérdidas rusas incluyen 5.710 soldados muertos, 29 aviones destruidos y dañados y 198 tanques. Unas cifras que no han podido ser verificadas.

RUSIA AMENAZA A OCCIDENTE

Moscú llama a sus acciones en Ucrania una "operación especial" que, según dice, no está diseñada para ocupar territorios sino para destruir las capacidades militares de su vecino del sur y capturar a los que considera nacionalistas peligrosos. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró que estos grupos nacionalistas ucranianos estaban utilizando personas como escudos humanos. Peskov desestimó las acusaciones de ataques rusos contra objetivos civiles y dijo que los informes sobre el uso de bombas de racimo son falsos, a pesar de que existen vídeos.

En cuanto a sus exigencias, Moscú sigue instalada en un programa de máximos. El presidente ruso, Vladimir Putin, le dijo al presidente de Francia, Emmanuel Macron, que un acuerdo con Ucrania solo era posible si Kiev quedaba como país neutral tras haber sido "desnazificado" y "desmilitarizado" y se reconocía formalmente el control ruso sobre la Crimea anexionada en 2014. Además, Occidente no debe emplazar instalaciones militares en ningún país de la antigua Unión Soviética. El ex presidente ruso, Dimitri Medvedev, actual secretario del Consejo de Seguridad Nacional ruso, remató las advertencias rusas amenazando a Occidente por su batería de sanciones: "¡Cuidado con lo que dicen, caballeros! Y no olviden que en la historia de la humanidad, las guerras económicas a menudo se convirtieron en guerras reales".

La segunda ronda de conversaciones entre Rusia y Ucrania está prevista para hoy 2 de marzo, después de una primera ronda de negociaciones que tuvo lugar el lunes y no produjo resultados tangibles. Si no prosperan, Putin se enfrenta a un aislamiento internacional casi total, con la notable excepción de China, por su decisión de lanzar lo que llamó una "operación militar especial" para desarmar a Ucrania y capturar a los "neonazis y drogadictos" que la lideran.

Mientras, Ucrania está en conversaciones con aliados sobre cómo apoyar sus defensas aéreas, explicó el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba. Cuando se le preguntó si la OTAN debería establecer una zona de exclusión aérea para ayudar al país, Kuleba dijo: "En todo lo que puedan ayudarnos ahora, es mejor hacerlo ahora que encontrarse cara a cara con Putin más tarde". "No hay por qué temer que la OTAN entre en guerra con Rusia debido a Ucrania. Si Rusia gana, ustedes serán los siguientes".

Unas mandíbulas enormes de fuego se abrían poco a poco anoche sobre una Kiev recién cubierta por un manto de nieve. Una semana después de que las tropas rusas cruzasen las fronteras ucranianas, todavía no han logrado capturar una sola ciudad importante tras encontrarse con una feroz resistencia. Pero las muertes de civiles de las últimas 48 horas son una señal preocupante de que los frustrados comandantes rusos podrían estar recurriendo a tácticas más devastadoras.

Rusia ataca la icónica torre de TV de Kiev


Fuente: Mundo