Mario Ríos Leyton: “Tarija necesita un nuevo proyecto departamental que transforme la crisis en oportunidad”

Mario Ríos Leyton: “Tarija necesita un nuevo proyecto departamental que transforme la crisis en oportunidad”

Autor: Mario Rios Leyton

El país vive una multicrisis. El nuevo gobierno nacional tiene que estabilizar y reactivar la economía. En tal propósito, puede impulsar la reactivación económica desde el nivel subnacional, que debe reorganizarse y adaptarse.

En Tarija la crisis viene de más atrás, en 2014 baja el precio internacional del gas y por agotamiento también la producción. En 2015 comenzó la crisis departamental (cuando ya la economía real, venia estancada desde 2005) diez años antes que la crisis nacional. Desde entonces el declive económico es persistente (excepto el 2021  efecto rebote) hasta el 2024, el decrecimiento acumulado del PIB es de 40,04%. La producción ha caído a menos del 60% de su nivel de 2014.

Lo que es más grave, hay una falta de evolución y adaptación al nuevo contexto en instituciones, organizaciones y prácticas empresariales que han quedado desfasadas y obsoletas y son muy difíciles de cambiar (esclerosis institucional).

Instituciones atrapadas en rentismo y extractivismo, fracturas institucionales, limitaciones a la producción que no se resuelven, etc. Que hacen, que los objetivos de desarrollo productivo no se traduzcan en resultados colectivos significativos (capacidad de agencia), siendo que ya hay innovadores locales en las industrias de vinos y singanis, enoturismo que han mostrado el camino. En suma, una economía en decadencia, en la que aumenta la pobreza, faltan oportunidades de empleo y se ha producido una oleada de jóvenes que migran porque no tienen opciones de prosperar.

Estas crisis hay que transformarlas en oportunidad de un nuevo proyecto departamental, en un volver a empezar de un modo distinto (reset). En un esfuerzo colectivo y sistémico que cambie las herramientas y las instituciones.

Cuando las instituciones son débiles y ninguna es capaz en sí misma. Se necesitan nuevas organizaciones y capacidades, una nueva arquitectura institucional, comenzando por una agencia de desarrollo (AD) que reequilibre la relación estado-sociedad (empoderando a los empresarios) y ponga a este binomio a liderar la resolución de la crisis. 

Para viabilizar una AD competente, estratégica y orientada a resultados, se hará una racionalización administrativa en el ámbito productivo, traspasando el ejercicio de las competencias de los gobiernos departamental y municipales en la promoción del desarrollo productivo a la AD (de la que son copropietarios). Y los recursos para la inversión. Logrando así un enfoque unificado, más flexible y rápido y hacer más con menos.

Como una forma de construir capacidad estatal y productiva. Un espacio en el que se comparte una misión de largo plazo y el alineamiento de todas las instituciones y recursos departamentales con esta.

Desde la AD, se implementa una política industrial basada en el aprendizaje. Que reorienta la economía por una nueva senda, desarrollando los sectores estratégicos (turismo, uvas vinos y singanis, productos agroalimentarios de alto valor, producción y comercio de bienes y servicios urbanos).

Estos sectores/industrias con potencial, ya están ahí, pero todavía en sus primeras etapas y no se desarrollarán de forma natural a través de las fuerzas del mercado (barreras de entrada altas, incertidumbre de mercado, tecnológica, etc.)

La sociedad (empresarios) y el gobierno (departamental y municipales) lideran el esfuerzo para superar la crisis, apoyados en la AD, que no hará las cosas que ya están haciendo los privados, sino aquellas cosas que no las hace nadie.

Su papel es, ayudar a transformar las ventajas naturales del territorio, mediante procesos de aprendizaje, en ventajas dinámicas y competitivas. Enriquecer la caja de herramientas, estableciendo las condiciones de fertilidad en la que puedan crecer y desarrollarse las nuevas ideas creativas y la economía del futuro.

En este esfuerzo colectivo, institucionalmente se ha construido en la alianza publico privada, una masa crítica de personas e instituciones (gobierno, universidad, empresa) en torno a objetivos comunes. Y la cooperación de socios externos (chilenos) que aportaran experiencia y ayudaran a desarrollar soluciones. 

Por esta nueva senda, más allá de superar la crisis, se busca cambiar las fuentes de crecimiento a largo plazo. Y poder emerger como un departamento próspero y con buenos empleos.

FUENTE: AGENCIAS