Ingreso de la manga boliviana afecta a producción en el norte argentino
La producción de manga en Jujuy alcanzó niveles óptimos en la actual temporada, logrando duplicar la cosecha del año anterior y manteniendo una calidad destacada. Sin embargo, los precios están estancados en los mismos valores de 2023 debido al ingreso masivo de frutos provenientes de Bolivia, cuya amplia oferta y bajo costo impactaron negativamente en el mercado argentino. Preocupa la nueva campaña por afrontar, porque el costo de insumos subió al doble.
El productor de la localidad de Yuto, Oscar Jiménez, expresó su preocupación por esta situación. "La carga de este año fue buenísima, el doble que el año pasado. La calidad fue excelente, pero los precios no mejoraron, incluso en algunos casos fueron menores. Esto se debe al ingreso de mango boliviano, que ahora entra libremente y a muy bajo precio", explicó. Además, destacó que esta problemática también afecta a otros productos como el tomate, cuyos precios también han caído desde septiembre debido a la competencia extranjera, publicó El Tribuno de Jujuy.
Jiménez explicó que a pesar de la competencia, la manga jujeña sigue siendo preferido por los consumidores debido a su calidad superior. "Aunque nuestra manga es más chica, está mejor cuidada, tiene una dulzura característica y es buscado en el mercado local". Las variedades que producen en la región son Tommy Atkins y Osteen, la primera se cosecha a partir de mediados de diciembre, mientras que la segunda está disponible desde el 15 de enero. Ambas variedades destacan por su firmeza, dulzura y coloración rojiza, características que las hacen altamente valoradas en los mercados de Jujuy y Salta.
Por el contrario, la manga importada de Bolivia llega al mercado más temprano, pero suele ser cosechado verde, lo que afecta su dulzura y calidad al madurar. No obstante, su bajo precio lo hace competitivo, perjudicando a los productores locales.
En la finca, el precio de la manga jujeña es de 14.000 pesos por jaula de 22 kilos, equivalente a aproximadamente 650 pesos por kilo. Sin embargo, en el Mercado de Abasto de San Salvador de Jujuy, el precio minorista varía entre 1.000 y 1.500 pesos por kilo, dependiendo de la variedad y calidad. En otros puntos de venta, como las ferias, incluso puede alcanzar los 2.000 pesos por kilo.
A pesar de estos precios, los productores enfrentan serias dificultades para cubrir los costos de producción. Jiménez explicó que los insumos tuvieron incrementos significativos. "El año pasado, con el precio de una jaula podíamos comprar una bolsa de fertilizante. Ahora necesitamos vender casi cuatro jaulas para adquirir una", ejemplificó. Detalló que el fertilizante Triple 15, que en 2023 costaba entre 20.000 y 25.000 pesos por bolsa de 50 kilos, ahora se comercializa a 50.000 pesos.
Otro factor que encarece la producción es el costo de la energía. Muchos productores riegan sus cultivos con bombas eléctricas, y el aumento de las tarifas es drástico para ellos. "En 2023 pagábamos 15.000 pesos de electricidad, pero este año ya estamos pagando 90.000 pesos", explicó Jiménez, acotando que en abril volverán al ruedo de la producción.
La producción de manga en Jujuy está experimentando un desarrollo significativo gracias al apoyo técnico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y el compromiso de los productores locales. Con unas 500 hectáreas cultivadas entre Jujuy y Salta, el mango tiene gran perspectiva de crecimiento. En Jujuy, la producción se concentra en el departamento Ledesma, donde la Estación Experimental de Cultivos Tropicales del Inta en Yuto acompaña a los productores. El ingeniero agrónomo y fitopatólogo, Ceferino Flores, de Inta Yuto, destacó que “el mango es una planta noble que produce bien con requerimientos mínimos”.
Sin embargo, advirtió sobre la incidencia de enfermedades como el Colletotrichum, que afecta los frutos maduros, y la “escoba de bruja”, una malformación de las panojas florales que ha ganado prevalencia en los últimos años. Para enfrentar estas problemáticas, el Inta desarrolla investigaciones y recomienda estrategias de manejo, como la aplicación de oxicloruro de cobre cada 20 días desde que el fruto alcanza el tamaño de una aceituna.
La introducción de variedades mejoradas como Tommy Atkins, Osteen, Kent y Keitt, seleccionadas tanto para el mercado fresco como para la industria, fue un gran logro. Estas variedades obtenidas a partir del banco de germoplasma del Inta en Yuto, que incluye material genético de España y Brasil, ya están siendo evaluadas por los productores locales. Con ello se busca aumentar la competitividad del mango jujeño, cuya producción actualmente se destina exclusivamente al mercado interno debido a su volumen limitado.
No obstante, los productores enfrentan algunos desafíos: los altos costos de insumos y energía, la competencia desleal de productos importados y la necesidad de mejorar la competitividad sin comprometer la calidad, además de la prevalencia de enfermedades como el oídium y la antracnosis, que disminuyen el rendimiento y el valor comercial.
En Salta existe una ley de fomento frutícola, que podría servir como modelo. Jujuy tiene un desarrollo de viveros con plantas mejoradas que promete fortalecer la producción y recientemente lanzó el “Programa de Desarrollo de las Cuencas de Frutas Tropicales de Yungas y Valles Templados”, que prevé iniciar la promoción de la pitaya y sumar otros entre ellos la manga.