El Gobierno libanés declara el estado de emergencia en Beirut tras las devastadoras explosiones

La magnitud del desastre al que se enfrenta el Líbano va cobrando relevancia a medida que pasan las horas. Casi la mitad de Beirut "ha quedado destruida o dañada" por las explosiones que ayer sacudieron la capital, según ha declarado este miércoles el gobernador de Beirut, Marwan Abboud. "He realizado una visita por Beirut y los daños pueden elevarse a entre 3.000 y 5.000 millones de dólares", ha indicado a la agencia Afp precisando que espera una evaluación más detallada de expertos e ingenieros.

 

Más de 250.000 personas han quedado sin hogar, según declaró el gobernador de Beirut, Marwan Abboud, a la cadena local MTV, aunque luego elevó esta cifra hasta las 300.000 personas. Las agencias humanitarias trabajan para darles refugio, agua y comida. Abboud informó también de que al menos 10 bomberos han muerto tratando de ayudar a las víctimas. Los equipos de rescate continúan este miércoles tratando de sacar a personas atrapadas entre los escombros, ha señalado el director general de Protección Civil Raymond Khattar. Hasta el momento, según reportes de MTV, se han rescatado seis cuerpos de entre las ruinas de las instalaciones portuarias y otros tres del mar. Se teme que decenas sigan atrapados. Las autoridades temen además que las dañadas estructuras de los edificios afectados acaben derrumbándose.

 

El primer ministro libanés, Hasan Diab ha asegurado que las explosiones en Beirut, que dejan ya más de 100 muertos y 4.000 heridos, según el último balance -entre ellas su mujer y su hija-, fueron causadas por la detonación de 2.750 toneladas de nitrato de amonio que estaban almacenadas en el puerto de la capital libanesa.

"Es inadmisible que un cargamento de nitrato de amonio, estimado en 2.750 toneladas, se halle desde hace seis años en un almacén, sin medidas preventivas. Esto es inaceptable y no podemos permanecer en silencio sobre este tema", declaró el primer ministro en la reunión del Consejo Superior de Defensa, según declaraciones citadas por un portavoz en rueda de prensa.

 

Tras reunirse el Consejo Superior de Defensa, el Gobierno libanés ha declarado el estado de emergencia en Beirut durante dos semanas y ha trasladado la seguridad a las autoridades militares. El presidente, Michel Aoun, ha ordenado liberar 100.000 millones de libras libanesas del presupuesto de 2020 para la emergencia. También ha encargado una investigación sobre lo ocurrido, que deberá presentar sus pesquisas en cinco días para encontrar a los culpables, informa Reuters.

Según investigaciones iniciales reveladas por la agencia británica, se apunta a una negligencia y a años de inacción tras el almacenamiento de material altamente peligroso durante seis años sin medidas de seguridad. "Es una negligencia", ha indicado una fuente oficial, señalando que la seguridad del almacenaje se llevó ante diferentes comités y jueces y "no se hizo nada" para elevar una orden o trasladar el material.

 

A primera hora de la tarde, el Gobierno ha acordado someter a arresto domiciliario a todos los funcionarios del puerto de Beirut que hubieran tenido algo que ver con la seguridad del recinto y el almacenamiento del material desde 2014. Según fuentes ministeriales, el ejército supervisará el arresto domiciliario mientras se determinan las responsabilidades.

CRISIS SIN PRECEDENTES

La tragedia viene a poner de rodillas a un país ya fuertemente golpeado por una crisis económica sin precedentes desde la guerra civil. Con unas infraestructuras básicas en ruinas, los hospitales continúan hoy luchando para atender a las víctimas, lastrados por los cortes eléctricos constantes, la falta de medicinas y la escasez de personal, que ha sufrido despidos en masa en los últimos meses. La Cruz Roja libanesa estima que, de entre los miles de heridos, hay 60 en condiciones críticas. Según el diario 'An Nahar', todos los pacientes de la UCI del Hospital Saint Georges murieron tras la explosión, debido al corte de electricidad que provocó la parada de sus ventiladores.

Las explosiones afectan también a la seguridad alimentaria del país, ya que han destruido el mayor silo de trigo del puerto, donde se depositaba el 85% del grano y, en otros casos, contaminado los alimentos almacenados. Según el ministro de Economía y Comercio, Raoul Nehme, todo el trigo ha quedado inservible y contaminado, aunque insistió en que el país tiene suficientes reservas para atender las necesidades inmediatas de la población y añadió que puede importar más. En declaraciones a Reuters admitió que "hay reservas para menos de un mes" y que se están buscando nuevos depósitos de almacenaje. El país depende en un 80% de las importaciones de trigo y en los últimos meses éstas y todas la compras internacionales de alimentos, medicinas y combustible se han visto afectadas por la crisis financiera y la escasez de liquidez.

El país se declaró en bancarrota en marzo, ante la imposibilidad de pagar la deuda. Mientras, el impacto del coronavirus, que obligó a confinar a la población en los meses más duros de la pandemia, ha ahondado en la debacle económica. La inflación de productos alimentarios ha aumentado un 109% entre septiembre y mayo, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Casi la mitad de los libaneses viven bajo el umbral de pobreza, según estadísticas oficiales.

MACRON VIAJA EL JUEVES A BEIRUT

El primer ministro Diab declaró el luto nacional y prometió que los responsables deberán "rendir cuentas" y pidió ayuda a los "países amigos". EEUU ha anunciado estar "dispuesto a proporcionar asistencia" al pueblo libanés, mientras que la UE, Alemania, Francia y Reino Unido también han ofrecido el envío de ayuda. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado que viajará el jueves a Beirut para reunirse con sus líderes. Qatar e Irán también han anunciado el envío de equipos médicos y han adelantado que desplegarán hospitales de campaña. Rusia y Turquía, entre otros países, han tendido la mano.

Israel también ha ofrecido ayuda humanitaria y médica al 'país de los cedros', a través de los canales de seguridad y diplomáticos, según un comunicado de la embajada israelí en Madrid al que ha tenido acceso ELMUNDO.es. "Conforme a esta aprobación de asistencia humanitaria y médica al Líbano, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha dado instrucciones al jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Meir Ben-Shabbat, para hablar con el Coordinador Especial de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Medio, Nickolay Mladenov, para aclarar cómo Israel puede ayudar aún más al Líbano", señala el comunicado. La relación de ambos países está marcada por décadas de conflicto, el último vivido durante el verano de 2006.

Según las declaraciones de las autoridades, todo apunta a que el origen de las explosiones que han devastado la ciudad, causado decenas de muertos y miles de heridos, está en el almacén donde se encontraba el nitrato de amonio, un fertilizante. Las detonaciones ocurrieron hacia las 18.00 hora local en el puerto. Las imágenes difundidas por los medios locales y los testigos mostraron cómo se producía una primera detonación envuelta en fuego, seguida de una segunda que provoca un hongo blanco y una gran onda expansiva. "Parece una bomba nuclear", comentó un testigo a ELMUNDO.es.

Los medios locales difundieron o a lo largo de la tarde del martes imágenes de naves arrasadas, edificios y tiendas dañados y personas que yacían en el suelo ensangrentadas, bajo los escombros. Las deflagraciones pudieron escucharse a decenas de kilómetros de la capital, según pudo saber este diario.

El área del puerto, que es aledaña a zonas donde se concentran hoteles de lujo, zonas de ocio y edificios de oficinas y tiendas, se vio inundada de ambulancias, equipos de la Defensa Civil, bomberos y fuerzas de seguridad mientras numerosos heridos caminaban por las calles dirigiéndose a los hospitales, según testigos. Los centros sanitarios siguen intentando este miércoles hacer frente como pueden a la gran cantidad de víctimas. Entre los heridos hay familias enteras y menores de edad. Las explosiones han hecho añicos ventanas y dañado edificios en un radio de al menos siete kilómetros.

EL NITRATO DE AMONIO

El nitrato de amonio es la base de muchos fertilizantes nitrogenados, y ha causado varios accidentes industriales o atentados como el cometido en 1995 en Oklahoma City, Estados Unidos, por un supremacista blanco. Es una sal blanca e inodora que se utiliza como base para muchos fertilizantes nitrogenados en forma de gránulos, aminonitratos, altamente solubles en agua y que los agricultores compran en grandes bolsas. No son productos combustibles, sino oxidantes. Su detonación es posible en dosis medias y altas y en presencia de sustancias combustibles o fuentes intensas de calor.

El almacenamiento del nitrato de amonio debe seguir estrictas normas para aislarlo de líquidos inflamables (gasolina, aceites, etc), líquidos corrosivos, sólidos inflamables o sustancias que emiten calor, entre otras sustancias prohibidos, según una hoja técnica del Ministerio de Agricultura francés.

El nitrato de amonio ha sido protagonista de numerosas tragedias -accidentales y criminales- en el mundo.

Uno de sus primero accidentes dejó 561 muertos en 1921 en una planta de BASF, en Oppau, Alemania.

En Francia, unas 300 toneladas de nitrato de amonio almacenado a granel en un hangar de la planta química AZF, en Toulouse, explotaron el 21 de septiembre de 2001, dejando 31 fallecidos. La deflagración se escuchó a 80 km a la redonda, informa Afp.

También en Estados Unidos, una terrible explosión en la planta de West Fertilizer, en Texas, dejó 15 muertos en 2013, tras explotar un depósito de nitratos de amonio por un incendio provocado. Los investigadores cuestionaron la ausencia de estándares de almacenamiento para el producto en la planta texana.

El nitrato de amonio también se puede usar para fabricar explosivos. El 19 de abril de 1995, Timothy McVeigh detonó una bomba hecha con dos toneladas de fertilizante frente a un edificio federal en Oklahoma City, dejando 168 muertos y cerca de 700 heridos.

Sin heridos entre los militares españoles

 

El Ministerio de Defensa ha informado, a través del Mando de Operaciones, de que no hay militares españoles entre los heridos. Hay que recordar que en el Líbano hay una misión internacional de Naciones Unidas de la que forma parte España, que desde 2012 ha tenido unos 600 soldados desplegados permanentemente.

 

 

"Hay información de afectados entre los miembros de UNIFIL de otros países. Según los primeros datos se habrían registrado 12 heridos graves y entre 30 y 40 leves, uno de ellos italiano y el resto de Bangladesh pertenecientes a la Maritime Task Force de la misión", explica Defensa.

 

 

Y añade: "No se han producido heridos entre el personal militar español, tanto del contingente integrado en la Fuerza de NNUU en el Líbano (UNIFIL) como del personal de la Embajada."

 

Por último, Defensa ha explicado que los militares españoles están preparando un convoy con medios sanitarios para desplazarse hasta Beirut si se solicitara su apoyo.