¿Qué son las tierras raras, la nueva área de explotación anunciada por el Gobierno?
El presidente Arce anunció el miércoles que se incursionará en esta área para mejorar los ingresos del país. Esto es lo que hay que saber
“También es importante que sepan que vamos a incursionar en la explotación e industrialización de tierras raras”, anunció la noche del martes el presidente Luis Arce en su discurso de cumplimiento de mitad de mandato. Esta es una de las áreas con las que el Gobierno busca mejorar los ingresos del país.
Pero, ¿qué son las tierras raras? No son realmente “tierras”, como señala su nombre, señala el geólogo Manuel Regueiro. Se trata de un grupo muy variado de elementos químicos que no son tan escasos en la Tierra, ya que algunos son bastante abundantes (el cerio, por ejemplo, es el elemento 25º en la tabla de abundancia en la corteza terrestre, parecido al cobre).
“El nombre de tierras es heredado, porque en la historia de la química, a los óxidos se les llamaba tierras y a este grupo de elementos se les quedó pegado el nombrecito”, dice Regueiro.
Se ha dado el nombre de tierras raras al conjunto de 17 elementos químicos: escandio, itrio y los 15 elementos del grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometeo, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio). El escandio y el itrio se incluyen entre las tierras raras porque aparecen frecuentemente mezclados con los lantánidos en los mismos yacimientos.
Tierras raras Tierras raras
El torio (Th) y el uranio (U) también son asociadas a las tierras raras debido a “su afiliación química y frecuente coincidencia geológica”, según señala el geólogo colombiano José María Córdova
La importancia geopolítica de estas tierras raras se explica por su alto valor comercial y porque más del 80% de su producción procede de China. Aunque Australia, India, Canadá, Brasil o Rusia también tienen grandes yacimientos, el gigante asiático cuenta con una clara ventaja geoestratégica y económica al exportar la mayoría de estos materiales contando solo con el 40% de las reservas.
Desde teléfonos móviles y ordenadores, pasando por coches híbridos, hasta armas y equipos médicos, requieren de tierras raras para su fabricación. La clave en parte está en sus grandes capacidades magnéticas. Por ejemplo, debido al cada vez más reducido tamaño de los dispositivos electrónicos, elementos como el iterbio y el terbio, con una alta conductividad eléctrica, permiten un mayor almacenaje. Asimismo, energías renovables como la eólica también dependen de las tierras raras, pues la infraestructura de los aerogeneradores sería inviable con grandes motores fabricados con otros materiales.
En Bolivia ya se identificaron al menos 11 áreas prospectivas en La Paz, Oruro, Potosí, Santa Cruz y Tarija, las cuales además de tierras raras contienen uranio, titanio, niobio, cobalto, molibdeno, torio, níquel, platino, paladio, indio y galio, entre otros, de acuerdo con información del Ministerio de Minería y Metalurgia.
El ministro de Minería Ramiro Villavicencio anunció en marzo que se abrirá una Gerencia de Minerales Tecnológicos en Santa Cruz para explotar las denominadas tierras raras.
“Tenemos yacimientos en San Luis-Potosí de cobalto y cobre, y en Cochabamba tenemos independencia de uranio, titanio, niobio y tierras raras”, aseguró el titular.
Al referirse al departamento cruceño, describió que en Manomó, Rincón del Tigre y el Mutún existen tantalio, uranio, níquel, cobalto, cromo y manganeso.
Todos estos minerales tecnológicos -destacó Villavicencio-, son de gran demanda en el mercado internacional.
Informó que el objetivo es alcanzar una minería sostenible y sustentable hasta el 2050, al tener una larga cadena de minerales tecnológicos y tierras raras, cuya principal aplicación está orientada a las energías renovables, otras aplicaciones y la electromovilidad.
El objetivo del Gobierno es pasar de la explotación de la plata, estaño, plomo, zinc y oro, al nuevo horizonte de los minerales tecnológicos y las tierras raras, cuya demanda internacional crece ante el cambio de la matriz energética mundial.
Fuente: UNITEL