Presupuesto para gobernaciones cae en 13% en 2021 y registra 305 proyectos menos

Ilustración: Fundación Jubileo

“La situación actual y las perspectivas plantean la necesidad de optimizar el uso de los limitados recursos y priorizar las inversiones que generen mayor impacto para la población. Esto implica encarar una gestión pública más eficiente en todos los niveles de gobierno”, apunta Jubileo.

El presupuesto 2021 para la gestión de las gobernaciones disminuyó en aproximadamente un 13% en comparación con el año anterior, de acuerdo a la publicación de la Fundación Jubileo, titulada: ¿En qué gastarán el dinero los gobiernos departamentales el 2021? 

El total asignado a los nueve gobiernos departamentales (incluyendo el Gobierno Regional del Gran Chaco) asciende a 9.520 millones de bolivianos, de los cuales 5.710 millones son efectivamente para la gestión departamental, mientras el saldo corresponde a gastos delegados. 

Para esta gestión suman 579 los proyectos de inversión que están programados en el presupuesto aprobado para gobernaciones, lo que significa 305 proyectos menos que el presupuesto 2020, lo que refleja una disminución significativa de la inversión departamental, señala Jubileo. 

De acuerdo a la revisión del presupuesto general del Estado 2021, la inversión de las gobernaciones prioriza el sector Caminos, con 38%; seguido del Agropecuario, con 23%. Mientras que la inversión en otros sectores productivos -Comercio, Industria, Servicios para el Desarrollo y Turismo- llega aproximadamente a 1,6%, y la inversión en Salud solamente representa el 4%.

Del total del Presupuesto 2021 para los gobiernos departamentales, Tarija tiene la mayor asignación de recursos, con aproximadamente 25% del total, seguido por Santa Cruz con 23%, La Paz con 11%, Potosí con 10%, Cochabamba y Chuquisaca cada uno con 9%; y los otros tres departamentos –Pando, Oruro y Beni- reciben, en conjunto, el restante 13% de la torta.

“Es así que las gobernaciones, que ya presentaban una disminución de sus recursos entre 2015 y 2020, se enfrentan ahora a una situación más complicada, con ingresos limitados con los que tendrán que afrontar su gestión las nuevas autoridades electas”, señala Jubileo.

Los gobiernos departamentales tienen como principal función el desarrollo económico, productivo y social en su jurisdicción, pero con sus limitados recursos, “tienen el desafío de asumir este complicado momento, que demanda la atención de la emergencia sanitaria y la reactivación de las economías regionales”.

“La situación actual y las perspectivas plantean la necesidad de optimizar el uso de los limitados recursos y priorizar las inversiones que generen mayor impacto para la población. Esto implica encarar una gestión pública más eficiente en todos los niveles de gobierno”, apunta Jubileo. 

La asignación de los recursos públicos en diferentes bienes y servicios que el Estado provee “afecta directamente a la calidad de vida de la población, lo que debe llevar a una mayor responsabilidad ciudadana para velar por su buen uso”.

Fuente: ANF