“Pinturita” Aramayo agradece a Dios y la Virgen por su protección tras el accidente en la Doble Chaguaya

Imagen referencial.

El ciclista tarijeño José Manuel Aramayo Villegas, conocido cariñosamente como “Pinturita”, sufrió un accidente durante la tradicional competencia de la Doble Chaguaya, al ser impactado por una motocicleta de cobertura de prensa. El hecho conmocionó a la población tarijeña, que se mantiene pendiente de su recuperación y elevando oraciones por su salud.

Aramayo, que actualmente presenta una fractura de clavícula y será sometido a una intervención quirúrgica, no dudó en expresar su fe y agradecimiento. “Dar gracias a Dios, a la Virgen de Chaguaya y a San Roque por su protección, porque pudo ser algo peor, pero estoy aquí estable y con vida. También gracias a mis padres, al personal médico y a toda la gente que me apoya y se preocupa por mí”, declaró el ciclista, con la serenidad de quien reconoce que la fe también lo sostiene en la adversidad.

El deportista relató que el accidente ocurrió cuando lideraba la fuga, buscando ampliar ventaja con el pelotón. En plena bajada, una motocicleta con un camarógrafo perdió el control de la curva. “Yo intenté rebasarla por el lado derecho, pero la moto también se abrió al derecho y me sacó del camino directo a la tierra. Fue un momento muy difícil, pero gracias a Dios todo quedó en una fractura y raspones”, explicó.

Consciente de las deficiencias en la organización, Aramayo lamentó la falta de capacitación de los motociclistas que acompañan las competencias locales. “En carreras nacionales e internacionales, quienes manejan motos son capacitados. Aquí no, y eso marca la diferencia. Es un tema que debe mejorar por la seguridad de los ciclistas”, subrayó.

Pese a lo sucedido, “Pinturita” mostró grandeza al no responsabilizar al motociclista de manera personal. “No culpo a ese motociclista, nadie quiere hacer daño a propósito, fue un accidente”, manifestó.

El pueblo de Tarija, que vive con especial devoción las fiestas patronales en honor a la Virgen de Chaguaya y a San Roque, patrono de la ciudad, ve en este episodio un recordatorio de la fragilidad humana y la necesidad de mayor previsión en el futuro. Al mismo tiempo, la fe se convierte en sostén y esperanza de una pronta recuperación para uno de sus deportistas más queridos.