Los bosques urbanos, cruciales en la lucha contra el cambio climático, según un estudio

Una persona se abraza a un árbol en un bosque urbano.

Los científicos aconsejan seleccionar cuidadosamente las especies de árboles a plantar en las ciudades

En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de combatir el cambio climático, las campañas de plantación de árboles, también en las ciudades, han cobrado una relevancia crucial. Los bosques urbanos no solo mejoran la calidad del aire y proporcionan efectos de enfriamiento, sino que ofrecen espacios verdes para la recreación y sirven como hábitats ecológicos. Sin embargo, un nuevo estudio revela que no todos los árboles plantados en entornos urbanos tienen la misma capacidad de adaptación a un clima más cálido.

El estudio, liderado por investigadores del Dartmouth College y publicado en 'Frontiers in Ecology and the Environment’, pone de relieve la importancia de seleccionar cuidadosamente las especies de árboles para plantaciones en entornos urbanos.

A medida que las ciudades continúan expandiéndose y los efectos del cambio climático se vuelven más pronunciados, la elección de especies de árboles nativas, diversas y tolerantes a la sequía será esencial para asegurar que los bosques urbanos cumplan sus funciones ecológicas y mejoren la calidad de vida de los habitantes de las ciudades.

La inversión en campañas de plantación de árboles debe ir acompañada de estrategias basadas en evidencia científica para maximizar sus beneficios a largo plazo, concluyen los investigadores.

En Estados Unidos, donde se desarrolló el estudio, el Servicio Forestal anunció recientemente una ambiciosa campaña dotada con 1.000 millones de dólares destinada a ampliar el acceso a árboles y espacios verdes en todo el país, incluyendo las áreas urbanas.

Este esfuerzo, que también se observa en otros países, refleja un compromiso significativo para mitigar los efectos del cambio climático y mejorar la calidad de vida en las ciudades. Sin embargo, el estudio de Dartmouth subraya que las especies de árboles elegidas para estas plantaciones desempeñan un "papel crítico" en la eficacia de estas iniciativas.

La tolerancia a la sequía, clave

La investigación se centró en entender cómo diferentes especies de árboles en las ciudades y sus correlaciones con la biodiversidad nativa pueden influir en la capacidad de adaptación al cambio climático, particularmente en términos de uso del agua y tolerancia a las sequías.

Los científicos utilizaron datos de proyectos que analizan los cambios en el uso del suelo en seis ciudades: Boston, Baltimore, Los Ángeles, Miami, Minneapolis-St. Paul y Phoenix. Cada una de las ciudades representa un bioma ecológico diferente, o comunidad de plantas y animales, en un clima particular.

Los datos recabados, extrapolables a otras áreas urbanas, permitieron comparar especies de árboles en grandes parques públicos con áreas naturales relativamente sin gestionar, patios residenciales y sitios de referencia que representaban los ecosistemas nativos antes de la urbanización.

Una de las principales conclusiones del estudio es que las especies de árboles en parques y áreas naturales muestran una mayor tolerancia a la sequía y reflejan una mayor biodiversidad nativa que los árboles plantados en patios residenciales.

Este hallazgo es fundamental, ya que las especies no nativas, predominantes en los jardines residenciales, suelen tener baja tolerancia a la sequía y pueden no sobrevivir a las temperaturas más cálidas que se esperan en el futuro. Además, la prevalencia de especies no nativas puede conducir a la invasión de especies en los ecosistemas naturales, alterando el equilibrio ecológico.

Gisselle Mejía, autora principal del estudio, enfatiza que se ha hecho "mucho hincapié" en la plantación de árboles en las ciudades, "pero lo que la gente está plantando en sus jardines puede no ser necesariamente sostenible en nuestro clima cada vez más cálido". La científica recomienda la plantación de árboles diversos, nativos y adaptables al clima futuro.

Alta capacidad de adaptación

La tolerancia a la sequía y el bajo requerimiento de agua son características esenciales que deben considerarse al seleccionar especies para plantar en entornos urbanos.

En las ciudades especialmente secas, los investigadores aconsejan plantar especies de árboles más tolerantes a la sequía, tanto especies nativas como foráneas. En el caso de ciudades como Phoenix y Los Ángeles, las especies más adecuadas resultaron ser el cornejo florido (Cornus florida) y la magnolia común (Magnolia grandiflora), como ejemplos nativos, y el peral de Callery (Pyrus calleryana) y el pimentero brasileño (Schinus terebinthifolius), como no nativas.

Estas especies han demostrado una alta capacidad de adaptación a las condiciones climáticas más cálidas y secas en el estudio. Para cada ciudad se podrían –y deberían– buscar las especies más adecuadas y que mejor se adapten a temperaturas más cálidas.

Mejía también destaca la importancia de entender las características que las personas buscan al elegir árboles para sus jardines. "Necesitamos crear plataformas educativas e incentivos para ayudar a que las personas se sumen a la idea de plantar árboles que nos beneficiarían a todos y potencialmente nos adaptarían al cambio climático futuro", señala.

La educación y la concienciación pública son claves para garantizar que las elecciones de plantación de árboles en los jardines residenciales contribuyan positivamente a la sostenibilidad y adaptación climática de las ciudades, exponen los autores.

FUENTE: INFORMACION