Empresa y Desarrollo - Villa Montes
La perla del Gran Chaco, el hotel El Rancho Olivo
(Publicado en Reporte Chaco|Edición N° 7|Junio 2016)
En los 43 años del hotel El Rancho Olivo se hospedaron casi todos los presidentes de Bolivia.
El hotel El Rancho Olivo surgió en el año 1973, gracias al ingeniero belga Jack Hering, quien llegó al Gran Chaco a instalar la fábrica de aceite, él dio el dinero para construir un campamento y vino con un equipo de técnicos e ingenieros para realizar el montaje de la fábrica.
Cuenta Mery Yolanda Barba Vda. de Bulacia, y propietaria del hotel, que con ese dinero comenzó la construcción del campamento que debía estar instalado en cuatro meses con cien camas, dice que con la ayuda de su nuera efectuaron una construcción rústica de madera con el piso de ladrillo.
A los cuatro meses, según lo acordado, el campamento estaba listo para prestar el servicio de alimentación y alojamiento para el que fue construido, sin embargo no tenía electricidad, pues en el pueblo todavía no había ese servicio. “Me pagaban el 50 por ciento y el 50 por ciento restante me descontaban del préstamo para la construcción”, recuerda Vargas.
Concluida la instalación de la fábrica quedó el campamento y Mery se preguntaba qué podía hacer con él. Fue así que llegaron los petroleros, sus primeros clientes, preguntaron si era hotel y ella les dijo que sí.
En ese entonces, las instalaciones se encontraban en buenas condiciones para prestar el servicio de hotelería, por lo que inmediatamente los petroleros dijeron “queremos alojarnos acá con toda nuestra gente”. “Me pedían pie de limón, manzana y no teníamos. Comprendieron que no tenía idea y me ayudaron muchísimo, me indicaron qué hacer y cómo hacerlo, fueron mis primeros clientes”, recuerda Mery.
Tiempo después una empresa petrolera, de la que ahora Mery no recuerda el nombre, alquiló una casa y trajo su chef. “Ellos en su campamento elaboraban los postres y me los enviaban, así empecé. Eso fue en el año 1974 cuando ya funcionaba como hotel”, explica.
Mery Yolanda Barba Vda. de Bulacia
El hotel en los años 80’
En los años ochenta el hotel ya se encontraba consolidado y a éste iba mucha clientela, principalmente pescadores argentinos que venían y manifestaban que eso era para ellos, pues no tenían que preocuparse de ensuciar, El Rancho Olivo era de madera, tenía piso de ladrillo y afuera había ripio. “Yo era feliz, tenía muchísima gente argentina, fina de lo mejor, nunca tuve problemas con ellos”, recuerda Mery con una sonrisa.
Relata que en ese entonces los clientes fueron más selectivos y exigentes con la comida, ahora le pedían arroz cocinado de otra forma y bife. El hotel contaba con cien camas que eran utilizadas en su totalidad y cuando no había espacio, en el piso del comedor se colocaban 20 colchones, debido a que los clientes no querían irse a otro lado.
“Así fui aprendiendo pero llegó un momento cuando dije, ya no voy a cocinar lo que ustedes quieran, voy a cocinar lo que yo sé y puse buffet. Sopa, dos segundos, postres y ensaladas”, detalla. Desde ese entonces en El Rancho Olivo ya no había platos a la carta pero todos quedaron felices con el buffet.
Sin embargo, pasaron los años y ahora la hija de Mery, Patricia Bulacia, ha renovado el hotel y sus servicios. Ahora hay platos a la carta y una extensa variedad de alternativas que lo convirtieron en un hotel de cinco estrellas.
El gran salto del hotel
“Doy un salto gracias a mi hija, veía que se necesita innovar, entonces le digo a mi esposo vamos a construir un pabellón con diez piezas para mis clientes argentinos, porque eran gente muy buena e hice el pabellón”, cuenta Mery.
Relata que cuando llegaban todos querían ese pabellón y encargaban camas, así que aumentó tres camas por pieza y avanzó de a poco. Cambió el piso a cerámica y fue haciendo otras pequeñas renovaciones.
Luego, la actividad petrolera se hizo más intensa a finales de los noventa y principios del año 2000, “Instalaron la planta de gas en la banda, tampoco recuerdo el nombre del campamento, llegaron ellos y tuve mucha gente petrolera que hasta ahora regresan, gracias a Dios”, dice Mery y agrega que también del Paraguay llega mucha gente de paso.
La perla del Gran Chaco
Cuando se le pregunta a Mery ¿cómo define su hotel? Responde de inmediato que el atractivo principal es la atención esmerada, la comodidad con ambientes amplios y agradables y por sobre todo las camas buenas. “Si a mí me gusta una buena cama, es lógico que a mis clientes también”, indica y agrega que es hogareño, un reflejo de lo que ella es.
“Me gusta que la gente sienta que los recibo no como en un hotel, sino como en mi casa con cariño y es así que cuando no estoy reclaman y sienten mi ausencia, me extrañan porque aparte de darles un servicio de calidad, hay calidez humana y cuando hay una deficiencia siempre trato de solucionarla”, cuenta.
Ahora el hotel lo maneja su hija y las cosas cambiaron, lo maneja con moderna tecnología pero continúa el calor hogareño.
Huéspedes notables
En los 43 años del hotel El Rancho Olivo se hospedaron casi todos los presidentes de Bolivia, entre ellos Jaime Paz Zamora, Hugo Banzer Suarez, Gonzalo Sánchez de Lozada, Hernán Siles Suazo, Gregorio Padilla y Carlos Mesa, “Vinieron casi todos los presidentes a este hotel. En las últimas décadas Evo Morales tenía que venir, hicieron una reserva estaba todo preparado pero se canceló el viaje, seguramente ya llegará en algún momento”, revela.
El turismo en Villa Montes
Para Mery Yolanda Vargas, Villa Montes es una región que tiene muchísimo potencial, pues llega mucha gente del interior del país, sin embargo el turismo está muy retrasado. El proyecto de Mery era crear una empresa de turismo con su nuera, pero ésta se fue a vivir a Santa Cruz y su sueño quedó en nada.
Empero destaca que Villa Montes es un pueblo con amplias avenidas, gente muy linda, pero también con muchas deficiencias debido a que no planificaron una construcción ordenada, “por ejemplo en el mercado que está muy cerca de la plaza, hay alimentos, moscas, hay de todo ahí. No hay un centro comercial, un paseo donde la gente pueda salir, habiendo tanto campo y terreno”, observa.
Agrega que la terminal es muy pequeña, producto de un acuerdo patriótico. Dice que en esos años cumplía a cabalidad con la demanda del transporte de pasajeros, pero ahora quedó reducida. “Hay cosas que las hicieron sin tomar en cuenta que a mediano plazo Villa Montes crecería y aumentaría la demanda de infraestructura, servicios, distracción y paseos”, concluye.
El Rancho Olivo, un salto a la modernidad
Patricia Bulacia, la hija de Mery, es ahora la gerente comercial del hotel El Rancho Olivo, y desde ese cargo ha realizado modernas innovaciones. En los últimos tiempos expertos evaluaron el hotel y le dieron cinco estrellas, mismas que se ven reflejadas en todos los servicios de calidad que ahora ofrece.
Patricia Bulacia
Reporte Chaco (RCH). ¿Cómo define el hotel El Rancho Olivo?
Patricia Bulacia (PB). El hotel aparte de ser una empresa comercial, es la casa del huésped que entra al hotel. Queremos que la persona que ingrese se sienta cómoda como en casa, que se sienta satisfecha, que pueda descansar como debe ser. Si usted puede ver toda la estructura que se tiene en el hotel abarca una parte moderna, una parte rústica y una parte campestre que combinadas hacen de él un lugar especial para descansar y tener una buena estadía.
RCH. ¿Cuál es la característica principal del hotel?
PB. La cordialidad que tenemos al atender a nuestra gente empezando desde la propietaria que es mi madre, ya que buscamos hacer sentir al cliente-huésped a gusto y esto va desde el recepcionista hasta el último empleado que tenemos. Nos ocupamos mucho de la calidad de los servicios y la limpieza, eso es fundamental para nosotros
RCH. ¿Qué servicios ofrece el hotel?
PB. Podemos decir que estamos orgullosos de ser un hotel de cinco estrellas, el primero en el Chaco. El año pasado vinieron y nos clasificaron, nos dieron una clasificación de cinco estrellas.
Este hotel tiene todos los servicios completos, tenemos hospedaje, habitaciones de tres niveles, una estándar que son habitaciones muy cómodas, que llegan al bolsillo de cualquier persona, además tenemos el nivel ejecutivo y la tipo suite.
Después tenemos un restaurant que ofrece comida nacional e internacional, tenemos servicio a habitación, servicio de lavandería, tenemos frigo bar y recientemente inauguramos nuestro gimnasio y sauna. En realidad tenemos todos los servicios completos que tiene que tener un hotel de cinco estrellas.
RCH. ¿Qué siente cuando sabe que éste es el único hotel con estándares internacionales en Villa Montes?
PB. Este hotel tiene 40 años y empezó como algo muy rústico al inicio, esa parte del hotel se sigue manteniendo, sin embargo conforme pasaron las épocas decidimos innovar y adecuarlo a la necesidad del cliente para la era actual. Modernizamos muchas partes del hotel, la calidad del servicio y la parte administrativa la hemos ido adecuando a las necesidades de un hotel de cinco estrellas.
RCH. ¿Qué implica la parte moderna que se implementó en el hotel El Rancho?
PB. La parte moderna es la parte principal que cambiamos, antes teníamos un hotel rústico que era de madera y los pisos de ladrillos, en la parte moderna tenemos blindex, porcelanato, tenemos todo el equipamiento moderno, la tecnología y la infraestructura moderna, obviamente conservamos también la esencia rustica del hotel.
RCH. ¿La parte rústica cómo se refleja?
PB. Es parte de una identidad del hotel El Rancho, ya que éste empezó como un hotel rústico, siempre hay un espacio y una combinación de todo, no tenemos específicamente las aéreas separadas si no la esencia está en la combinación de las tres áreas.
RCH. ¿Cuál es la parte campestre del hotel?
PB. La parte campestre es la parte del quincho, tenemos esa forma de poner los lechones a la cruz, donde el huésped que venga pueda sentir que está en el campo, contamos con jardines especiales con mucho verde, donde conviven aves exóticas. Así los despiertan en las mañanas con el cantar de las aves y se sienten como si estuvieran en el campo.
A pesar de que ya Villa Montes dejó de ser pueblo y ya se proyecta como una ciudad dentro del Hotel el Rancho uno puede decir que está en el campo por la naturaleza que lo rodea.
RCH. ¿Qué capacidad tiene el hotel, en habitaciones, en camas y espacios?
PB. Nosotros tenemos 43 habitaciones con una capacidad de 90 camas, un salón de eventos con una capacidad de hasta 300 personas en auditorio, este salón se adecúa según la necesidad que se presente, por ejemplo un matrimonio, un cumpleaños o una conferencia. La infraestructura de la cocina brinda una capacidad para atender hasta a 450 personas.
Contamos también con un lobby amplio para que el cliente trabaje en privacidad, además con un pequeño espacio de cafetería, donde puede descansar. Lo que sobresale en el Hotel El Rancho es la limpieza, nosotros cuidamos mucho lo que es la limpieza estamos todo el tiempo cuidando esto personalmente con el personal requerido.
Contamos también con una pequeña sala de reuniones más privadas hay todo lo que se necesita para exponer, un proyector, su pizarra, telón.
RCH. ¿Qué tipo de clientes tiene el hotel?
PB. En el Chaco no sólo en Villa Montes y sino en todos los hoteles el cliente estrella es el petrolero, el turista en muy poco sentido, ya que el Chaco está atrasado en tener un plan turístico que pueda traer gente de otros lados. También tenemos clientes gubernamentales en menor número, principalmente llegan por motivos de trabajo.
RCH. ¿Este hotel puede realizar eventos todo el año de calidad nacional o internacional cuenta con la capacidad?
PB. Tiene esa capacidad, es más lo hemos hecho, hemos tenido en la parte privada artística a diferentes artistas reconocidos y de alto nivel. Cuando se hacia el festival internacional de Villa Montes tuvimos la capacidad de poder atender al artista con prensa y todo lo que necesitaba como lo hacen en otros hoteles.
RCH. ¿Qué le falta a Villa Montes para que se realicen eventos y reuniones de nivel?
PB. Hace falta que nuestras autoridades puedan proyectar más en esa área, trabajar, planificar o que empresas privadas de eventos puedan desarrollar algo. En Villa Montes hay no solamente el Hotel El Rancho, si bien es el único hotel cinco estrellas en el Chaco hay buenos hoteles, donde se cuenta con la capacidad de albergar a gente importante y a bastantes personas, pero además tenemos enormes atractivos que los deberíamos explotar.