La ciencia calcula que los humanos alcanzarán la singularidad en solo 21 años

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La llegada de la singularidad, el punto en el que la inteligencia artificial y la humana se fusionarán en una simbiosis perfecta, ha sido un tema de especulación entre futuristas durante décadas. 

Ray Kurzweil, un destacado científico informático y futurista, ha sido uno de los más influyentes en este campo, y sus nuevas predicciones están captando la atención de la comunidad tecnológica.

En su último libro, The Singularity is Nearer, Kurzweil mantiene su postura de que la singularidad está a la vuelta de la esquina. Según él, en 21 años, la inteligencia humana se combinará con la artificial para formar una inteligencia un millón de veces más potente, gracias a avances en nanobots y otras tecnologías emergentes. 

Este concepto, que puede parecer sacado de una novela de ciencia ficción, está ganando tracción a medida que las capacidades de la inteligencia artificial avanzan rápidamente.

Kurzweil ha sido conocido por sus predicciones audaces. En 1999, predijo que la inteligencia artificial general se alcanzaría en 2029, cuando la tecnología pudiera realizar un billón de cálculos por segundo. 

Aunque muchos expertos en ese momento consideraron esta predicción como demasiado optimista, los avances recientes en IA y computación han hecho que su visión sea más plausible. 

Su nuevo libro amplía y reafirma estas previsiones, sugiriendo que la fusión entre humanos y máquinas no solo es inevitable, sino que está más cerca de lo que pensamos.

El avance hacia esta singularidad se ve facilitado por el creciente número de dispositivos y tecnologías que promueven una integración más profunda entre humanos y máquinas.

El futurista visualiza un futuro donde los nanobots, pequeños robots a nivel microscópico, se integren de forma no invasiva en el sistema circulatorio humano. Esta tecnología permitiría una mejora significativa en la cognición y la conciencia, al combinar la inteligencia natural con la artificial en una única entidad.

La idea de la singularidad no es un concepto aislado. Filósofos y expertos en inteligencia artificial, como Marcus du Sautoy y Nick Bostrom de Oxford, también han debatido sobre la inevitable fusión de nuestras capacidades con la tecnología. 

“Creo que nos encaminamos hacia un futuro híbrido”, dijo Sautoy a Popular Mechanics. “Aún creemos que somos los únicos seres con un alto nivel de conciencia. Esto es parte de todo el viaje copernicano: no somos únicos. No estamos en el centro”.

Sin embargo, esta visión optimista del futuro trae consigo una serie de desafíos y cuestiones éticas. La integración profunda con la IA podría transformar radicalmente el mercado laboral, creando nuevas dinámicas en la búsqueda de empleo y potencialmente llevando a la necesidad de una Renta Básica Universal. 

Además, la perspectiva de vivir indefinidamente plantea preguntas sobre la naturaleza misma de la existencia humana y la definición de inmortalidad.

El científico y futurista, también menciona que, para principios de la década de 2030, podríamos estar en una posición en la que el avance científico permita revertir el envejecimiento a un ritmo que supere el deterioro natural del cuerpo. Esto significaría una extensión significativa de la vida útil, aunque la inmortalidad total seguiría siendo un concepto teórico.

A pesar de los posibles desafíos, Kurzweil y otros futuristas ven el avance hacia la singularidad como una oportunidad para resolver problemas globales y mejorar significativamente la calidad de vida. La fusión de la inteligencia humana con la artificial podría traer consigo avances sin precedentes en medicina, tecnología y comprensión del universo.