Gobierno margina del diálogo a empresarios sobre alza salarial

Trabajadores fabriles se movilizaron la semana pasada en demanda de estabilidad laboral. Foto:Archivo / Página Siete

La ministra de Trabajo, Verónica Navia, dijo que el Gobierno no es de los empresarios ni sólo de los trabajadores, sino de los bolivianos.

El Gobierno marginó del diálogo sobre el incremento salarial en una sola mesa tripartita al sector privado y sólo debate  con la Central Obrera Boliviana (COB) el pliego petitorio que se discute  en cuatro mesas de trabajo.

La ministra de Trabajo, Verónica Navia, informó que primero se escuchará a los trabajadores y  será la mesa económica la que  definirá el aumento salarial para este año, pero descartó que se pueda convocar al sector privado para discutir este tema.

“Nunca hemos dejado de lado a la parte empresarial, pero lo que no hemos hecho por experiencia de más de 30 años  de neoliberalismo es sentarnos a una sola mesa, porque la COB siempre termina rompiendo el diálogo  por sus posiciones intransigentes”, indicó la autoridad.

Sin embargo, aclaró que las propuestas que salgan del diálogo con la Central Obrera Boliviana serán expuestas a los empresarios privados.

“Éste no es un gobierno de los empresarios, no es de sólo los trabajadores, es de los bolivianos. Entonces para llevar a mejor puerto el diálogo  sí hacemos el tripartismo aunque no en la misma mesa. Escuchamos a ambas partes, son  cuatro mesas  con la COB y esas propuestas serán dialogadas con sector  empresarial”, puntualizó Navia, según Radio Compañera. 

La COB planteó en el pliego petitorio de 13 puntos,  presentado la semana pasada al Gobierno,  un incremento salarial básico de 5% y de 5% al salario mínimo nacional este año.

El presidente de la Cámara Departamental de Industrias de La Paz, Pablo Camacho, informó que el sector privado está muy preocupado por la situación económica y la actual coyuntura.

“Venimos con problemas desde noviembre y diciembre de  2019. La industria paceña más allá de los días que el país paró, tuvimos que esperar 12 días adicionales para operar por la falta de gas natural. Luego llegó la pandemia y ahora estamos azotados por el contrabando”, lamentó.

 Añadió que la situación de las industrias es muy delicada por la caída de ingresos y utilidades.

“Es muy crítico para hablar de incremento salarial cuando en otros países están preocupados por salvar industrias y empresas. Hablar de incremento salarial es inoportuno y   terminará de asfixiar a la industria paceña. No estamos en condiciones”, recalcó.

Según Camacho, existen problemas de iliquidez, ya que sólo una de cuatro empresas logró acceder a los créditos de pago de salarios que se aprobó en el gobierno de transición.

“Seguramente la CNI, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia harán la representación para que participemos en  ese diálogo tripartito como manda la Organización Internacional de Trabajo”, remarcó.

El presidente de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba (FEPC), Javier Bellot, planteó que se pueda discutir el tema salarial al menos con los empresarios de cada región.

“Hay 400 mil  desocupados en todo el país y en lugar de aumentar sueldos a un 16% de población asalariada, deberíamos pensar qué hacer para generar empleo para esas personas que están sin empleo. El país está en economía de guerra y estamos atentos a que se nos convoque”, subrayó.

El 92% son micro y pequeñas empresas, el 6% medianas empresas y sólo el 2% grandes empresas. “Si se da el incremento salarial de 5% se generarán  101 millones de dólares, pero se podría destinar a generar empleo”, agregó Bellot.

Si se busca profundizar el consumo interno se debería generar fuentes de trabajo para  una mayor cantidad de gente.

 Si la carga salarial es elevada, las micro y pequeñas empresas reducirán gente o cerrarán puertas. “Hace  cuatro años que advertimos que se estaba debilitando el aparato productivo”, apuntó. 

Fuente: Página 7