Gobierno acuerda facilitar la importación de combustibles y simplificar trámites

El Gobierno Nacional y el Comité Multisectorial de Bolivia acordaron avanzar en la simplificación de los trámites relacionados con la importación, comercialización y control de combustibles. La conferencia de prensa, liderada por el Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, detalló los principales acuerdos, que incluyen medidas para optimizar la importación de diésel y gasolina, reducir los costos operativos y garantizar el cumplimiento de normativas internacionales.
Uno de los anuncios más importantes fue la ratificación de la exención del IVA y del arancel al 0% para la importación de diésel y gasolina, lo que permitirá mantener los precios de estos combustibles sin el impacto de cargas fiscales adicionales. Esta medida busca asegurar el abastecimiento constante y sin sobresaltos de los combustibles esenciales para el país.
Además, el Gobierno y el Comité Multisectorial coincidieron en la necesidad de fortalecer los controles sobre las sustancias controladas, en línea con las normativas internacionales, a fin de garantizar la seguridad y transparencia en las importaciones. La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y el Viceministerio de Sustancias Controladas continuarán supervisando estos procesos.
La reunión también abordó la simplificación de trámites burocráticos. En este sentido, se destacó el compromiso de las autoridades para agilizar la importación y comercialización de combustibles, especialmente mediante la creación de mesas técnicas que evaluarán propuestas para reducir la carga administrativa.
Las ventanillas únicas en distritos comerciales de La Paz y Santa Cruz seguirán siendo un canal clave para gestionar estos trámites.
Otro aspecto relevante fue la recomendación del Comité Multisectorial de ampliar la vigencia de las licencias de importación por parte de privados a más de cinco años, lo que contribuiría a una mayor estabilidad en el mercado y a una planificación más eficiente de los recursos.
FUENTE: EL DEBER