Expectativa política frena la escalada del dólar paralelo en Bolivia

Expectativa política frena la escalada del dólar paralelo en Bolivia

La cotización se mantiene en torno a los Bs 11,40, luego de meses de volatilidad marcada por la escasez de divisas y la incertidumbre económica.

El precio del dólar en el mercado paralelo de Bolivia se estabilizó en torno a los 11,40 bolivianos, luego de una semana marcada por la visita realizada por el presidente electo, Rodrigo Paz Pereira, a Estados Unidos, donde se reunió con organismos internacionales. Según diferentes plataformas digitales, este lunes, 3 de noviembre, el tipo de cambio se sitúa en 11,44 bolivianos para la compra y 11,39 bolivianos para la venta, mostrando una leve calma tras meses de sobresaltos en el mercado cambiario.

La tensión comenzó a mediados de 2023, cuando la escasez de divisas —especialmente de dólares— se profundizó por la caída de las reservas internacionales y la reducción de ingresos por exportaciones de gas natural. Las dificultades para acceder a la moneda estadounidense generaron un mercado paralelo en el que el dólar llegó a estar en los 20 bolivianos, una brecha inédita frente al tipo de cambio oficial de 6,96 bolivianos que mantiene el Banco Central de Bolivia (BCB) desde 2011.

Economistas consultados atribuyen la reciente estabilidad a un efecto de expectativa política, más que a una solución estructural. Durante la campaña electoral, Rodrigo Paz prometió reencauzar la política económica y recuperar la confianza en el sistema financiero, impulsando acuerdos con el sector privado y buscando créditos internacionales.

Justamente, tras confirmar su triunfo en segunda vuelta, Paz emprendió un viaje a Estados Unidos, donde comprometió el apoyo del Gobierno de Donald Trump, además de organismos financiadores como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otros.

Sin embargo, los desafíos son profundos: el país enfrenta una grave crisis económica, marcada por déficits fiscales consecutivos, reservas internacionales en mínimo, y un sector productivo con dificultades para importar insumos. A esto se suma, la escasez aguda de combustibles.

En las calles, los cambistas del centro de Santa Cruz y La Paz confirman la tendencia. Pero detrás de esa calma, el mercado sigue operando con cautela y una pregunta pendiente: ¿podrá el nuevo gobierno recuperar la confianza en el boliviano sin una devaluación formal?

FUENTE: EL DEBER