El paro en Santa Cruz frena el crecimiento de la economía boliviana

El paro por un censo en 2023 cumplió ayer su día 17 en Santa Cruz

El IBCE y el Gobierno nacional ven que ahora será difícil llegar al 5,1%.

Desde el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) se ve difícil que el país tenga un crecimiento de la economía del 5,1% para este año, previsto por el Gobierno, debido a los conflictos por la realización del Censo.

“Este año esperábamos crecer 5,1%, muy difícil a estas alturas, al primer semestre crecimos 4,13%, casi imposible que con lo que estamos pasando por esta alta conflictividad podamos llegar a esa meta”, dijo ayer el gerente general del IBCE, Gary Rodríguez.

En marzo de este año, el Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia (BCB) firmaron el Programa Fiscal Financiero que establecía un crecimiento de la economía en el orden de 5,1% y una inflación del 3,4%. Ahora ambas metas están en riesgo.

Al primer semestre, el Producto Interno Bruto (PIB) llegó al 4,13%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, informó el viernes que, debido a 14 días de paro indefinido en Santa Cruz, que ocasionó cercos por sectores sociales, se tuvo una pérdida de $us 503,7 millones, equivalente al 1,2% del PIB nominal de este año.

El gerente del IBCE recordó que, a causa de la pandemia del COVID-19, Bolivia tuvo un decrecimiento del 8,7% en 2020, pero en 2021 hubo una recuperación y se alcanzó el 6,1% de crecimiento, “insuficiente para recuperar el nivel que teníamos en 2019”.

Rodríguez también consideró que estos conflictos ya incrementaron la tasa de inflación y de continuar con las medidas de presión, este índice superaría la proyección del 3,4% hasta fin de año.

“Si este conflicto va en escala al interior del país con bloqueos y paros de transporte, por ejemplo, como han sido anunciados, podríamos esperar incluso que se rebase la meta de previsión de 3,4% hasta fin de año”, añadió.

El viernes, el INE reportó que la tasa de inflación acumulada a octubre alcanzó el 2,52%, debido, principalmente, al aumento de los precios de algunos alimentos, bebidas no alcohólicas, transporte, muebles, bienes y servicios domésticos en todo el país.

Rodríguez espera que la mesa técnica instalada en Trinidad, Beni, para definir la fecha del censo llegue a un buen puerto y se levanten las medidas de presión para evitar un mayor perjuicio en la economía nacional.

Añadió que de continuar los bloqueos se afectará a la normalización de las exportaciones, lo que derivará a que las Reservas Internacionales Netas (RIN) continúen en descenso y la reducción del crecimiento de la economía.

“De nosotros depende, hoy más que nunca tenemos que estar unidos especialmente cuando el Fondo Monetario Internacional señala que lo peor está por venir para 2023 en materia económica, no solo en Bolivia sino a nivel internacional”, dijo.

El 22 de octubre, el Comité Interinstitucional por el Censo de Santa Cruz determinó iniciar un paro indefinido en demanda para que la encuesta nacional se realice en octubre de 2023.

El Gobieno, mediante el Decreto 4760, determinó que el Censo se lleve a cabo hasta junio de 2024.

Para llegar a un acuerdo en la fecha del Censo, se instaló el sábado una mesa técnica en Trinidad, Beni, donde asisten equipos técnicos de las gobernaciones, incluida Santa Cruz, municipios y universidades públicas del país.

Antes del conflicto por el Censo, el panorama de la economía del país era prometedor. Bolivia tenía la inflación más baja del mundo, estaba en puertas un récord en las exportaciones y la economía tenía más del 4% de crecimiento.

Sin embargo, todo este horizonte está ahora en peligro, primero con el paro decretado por el Comité Interinstitucional por el Censo de Santa Cruz y, luego, por el cerco protagonizado por los movimientos sociales del MAS.

Más de 17 días de conflicto, además, tiraron por la borda la recuperación económica de los gremiales, transportistas y vendedores de los mercados, quienes son, en realidad, los sectores que sostienen el conflicto desde un inicio.

Fuente: La Razón