El pan tarijeño conquista paladares en todo el país: Lajas y San Lorenzo lideran la producción artesanal

El pan artesanal de Tarija ha cruzado fronteras internas, posicionándose como uno de los productos más demandados en ciudades como Sucre, Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Desde comunidades como Lajas, San Lorenzo, La Victoria y otras del Valle Central, se despachan más de 5.000 unidades diariamente, reflejando la fuerza de una tradición viva.

Elaboración artesanal y demanda nacional creciente

El dirigente de la Asociación de Panificadores de Tarija, Dilbert Flores, destaca que Sucre concentra la mayor demanda debido a la numerosa población estudiantil tarijeña. A diario se envían más de Bs 2.500 en pan a esa ciudad, mientras que a Santa Cruz y La Paz se despachan alrededor de Bs 2.000. Los panes más solicitados son los de Bs 2 y Bs 5, elaborados con recetas tradicionales.

Tradición, identidad y sabor: la esencia del pan tarijeño

El pan de Lajas, La Victoria y otras comunidades es reconocido por su textura, aroma y autenticidad. Hornos de barro, amasado manual e ingredientes locales son el sello de una elaboración artesanal que resiste el paso del tiempo. Para muchos tarijeños que viven fuera, el pan es un antojo que evoca hogar y pertenencia.

Masitas y delicias caseras que complementan la oferta

Además del pan, productos como las empanadas de lacayote, galletas ojarascas, masitas caseras y tortillas de maíz, elaboradas por mujeres del Valle Central, mantienen viva la tradición culinaria tarijeña. Estas delicias acompañan celebraciones y son parte del patrimonio gastronómico de la región.

Retomar la exportación: un objetivo a futuro

En el pasado, el pan tarijeño llegó hasta el norte argentino y España, donde comunidades de migrantes lo recibían como un símbolo de su identidad. Aunque la coyuntura actual ha frenado la exportación, el sector panificador aspira a retomar esos mercados. La calidad y el arraigo cultural siguen siendo su mayor fortaleza.