El Chaco malgastó sus ingentes ingresos, reconoció el ex Ejecutivo José Quecaña

Durante el auge económico de la Región del Gran Chaco, entre 2010 y 2015, los ingresos provenientes del 45% de las regalías por hidrocarburos fueron utilizados sin una planificación adecuada, lo que derivó en un alto nivel de endeudamiento. Así lo reconoció el exejecutivo seccional, Juan José Quecaña Quispe, quien afirmó que la administración de esos recursos no fue estratégica.
"Recibieron grandes cantidades de dinero y no sabían qué hacer con ellas", señaló la exautoridad, quien detalló que una parte significativa de los fondos se destinó a bonos, programas sociales como el Prosol y eventos masivos, incluyendo ferias y festivales. Según Quecaña, se incurrió en gastos innecesarios en celebraciones fastuosas y contrataciones de artistas de renombre, mientras que las inversiones en infraestructura fueron limitadas.
El exejecutivo también mencionó que cuando asumió el cargo en 2015, la situación financiera comenzó a deteriorarse y tuvo que gestionar recursos adicionales para concluir proyectos clave. "Para el hospital y el estadio solo se había destinado el 20% de los fondos, tuve que cubrir el 80% restante", aseguró.
En su testimonio, Quecaña recordó que en 2014 cada una de las tres provincias chaqueñas —Yacuiba, Caraparí y Villamontes— recibió 700 millones de bolivianos, acumulando un total de 2.100 millones. No obstante, la falta de control sobre el gasto derivó en derroches significativos, como la asignación de hasta 80 millones de bolivianos al Prosol o la organización de eventos en los barrios con presupuestos que alcanzaban el millón de bolivianos.
Finalmente, el exejecutivo lamentó que, pese a la reducción de ingresos en los años siguientes, las críticas se centraran en su gestión mientras que en la actualidad, a su juicio, hay menos inversión y menos cuestionamientos.