Dos peligros acechan a las casonas que están en el centro de la capital cruceña

Muchas de estas viviendas corren el peligro de derrumbarse o desaparecer. Según datos de 1988 y 2010, el número de estos inmuebles disminuyó de 294 a 277. La Alcaldía prepara un nuevo estudio para ver cuántas quedan y en qué estado están

Las casonas del centro de la capital cruceña están cargadas de historia. Estos bienes patrimoniales han perdurado en el paso del tiempo, pero han disminuido considerablemente y las que aún quedan se enfrentan al peligro de derrumbarse y desaparecer. La Alcaldía está realizando un relevamiento de estos inmuebles para conocer cuántos quedan de pie y en qué condiciones se encuentran.

La gente que visita el centro asegura que estas casonas rememoran el tiempo y transportan a la Santa Cruz de antaño, pero también son un peligro, porque en cualquier momento se pueden desplomar.

Uno de estos inmuebles está ubicado en la calle Sucre, entre La Paz y Cochabamba. La casa tiene un balcón que está sostenido por cuatro postes. Su puerta y las dos ventanas están tapadas para evitar que personas en situación de calle ingresen al mismo inmueble. Su fachada, pintarrajeada con spray, está totalmente deteriorada.

Carlos Roca, uno de los vecinos, tiene su tienda de abarrotes al frente de esta casona. Cuenta que en el poco tiempo que lleva en ese sector, no ha conocido a los propietarios del inmueble.

Lamentó que esta casa, al igual que otros edificios tradicionales, estén en peligro de desaparecer.

“Los tumban y los hacen garajes, como está de moda. Un ejemplo es lo ocurrido con el edificio antiguo del correo, ubicado en la esquina de la Plaza 24 de Septiembre. No les importó que sea un patrimonio, lo tumbaron y en su lugar habilitaron un garaje”, lamenta este vecino.

En similar situación están otros inmuebles sobre la calle René Moreno, antes de llegar a la Ñuflo de Chávez. Tienen galerías externas, cuyas columnas sostienen el techo de las casas.

Las pilastras se encuentran en mal estado, lo que representa un peligro para el transeúnte de la zona, porque se han colocado letreros de advertencia. “Precaución. Señor peatón transite por la vereda del frente”, dice uno de los avisos.

“Estas casas antiguas con el pasar del tiempo se han ido desgastando, el agua ha arruinado la madera y, al no haber tenido mantenimiento, de a poco se han vuelto peligrosas”, comenta Mario Enríquez que se dedica la reparación de relojes hace más de 20 años.

Cuenta que, al igual que una señora que vende golosinas y refrescos, tenía su puesto en esa vereda, pero debido al riesgo que representan estas viviendas se vieron obligados a cruzar a la acera del frente.

En la calle Ñuflo de Chávez se puede ver un panorama similar, donde el inmueble afectado ha perdido parte del tejado externo por las inclemencias del tiempo y la ausencia de mantenimiento, según comenta una de las vecinas. Además, sobre su acera se observa una gran cantidad de basura, maderas, escombros y calaminas, que obligan al transeúnte a  caminar por la calzada con el riesgo de ser golpeado por algún vehículo que transita por la zona.

Sobre la calle Santa Bárbara, entre Junín y Ayacucho, el techo de una de las viviendas está sostenido por palos ante el debilitamiento de los postes de madera que dan forma a su galería externa. Algunos peatones evitan este lugar por temor a que el tejado se venga abajo.

En la mayoría de estas casas sus ventanas tienen los vidrios rotos. Algunas han sido ocupadas por personas en situación de calle y también por drogodependientes. 

Esta situación ha generado malestar en los vecinos y propietarios, que se han dado la manera de tapiar los accesos para evitar esta invasión a la propiedad privada.

Las personas temen pasar de noche por estos sitios, por el riesgo de sufrir alguna agresión por lo deshabitado del lugar y la poca iluminación que se tiene.

No solo las viviendas a menos de tres cuadras de la Plaza Principal 24 de Septiembre, se encuentran con ese deterioro. Sobre la calle Independencia, llegando a la Mercado, hay un inmueble que también se halla descuidado, con la pintura desgastada, las paredes pintarrajeadas, las tejas deterioradas y las puertas cerradas.

Nuevo relevamiento

Las casonas han disminuido con el pasar de los años. La secretaria de Planificación para el Desarrollo, Andrea Daza, indica que la comuna está realizando un nuevo levantamiento de datos en el centro cruceño, para determinar cuántas casas antiguas aún permanecen. Un estudio de 1988 contabilizó 294 inmuebles, pero otro de 2010, indicó que quedaban poco más de 270.

Daza agrega que muchas de estas viviendas se han caído, por eso resalta el trabajo que se está realizando con la nueva actualización. 

“Teníamos un listado, pero muchos de esos inmuebles se han ido deteriorando hasta derrumbarse. Entonces tenemos que identificar qué inmuebles aún se encuentran de pie para categorizarlos y protegerlos a través de un proyecto de ley”, dice Daza.

Agrega que ese proyecto va de la mano con el cambio de losetas por pavimento flexible en el centro histórico, por eso se aprovechará con los propietarios de estos inmuebles, para arreglar las aceras y las fachadas de sus viviendas.

“El alcalde Jhonny Fernández informó que pondrá parte del personal que realizará estas mejoras en coordinación con los propietarios, para que ellos nos entreguen el material, donde habrá pintura, para que el Gobierno Municipal realice la mano de obra”.

La directora de Regulación Urbana, Blanca Alicia Rojas, detalla que el relevamiento que inmuebles permitirá conocer en qué estado se encuentran. La arquitecta restauradora Nohelia Rivera se encuentra a cargo del equipo que viene realizando este trabajo. 

“Hemos notado, como administradores, que muchos de estos inmuebles han sido vendidos y por falta de conocimiento no han tenido el cuidado de mantener estas edificaciones que contaban con sus respectivas especificaciones”, agrega Rojas.

Ante esto, complementa la directora de Regulación Urbana, se están haciendo las notificaciones para darle al propietario ciertas medidas de flexibilidad para que puedan coadyuvar en el mantenimiento de los inmuebles que son privados.

Los inmuebles, según la norma municipal, se dividen en monumentales, cuando no han sido modificados y mantienen su esencia arquitectónica; estructurales, para los que han tenido un leve cambio en su interior; y ambiental, cuando mantienen únicamente la fachada.

Valorizar los inmuebles

El presidente de la Asociación de Propietarios de Predios del Centro de la Ciudad (APC), Guido Landívar, indica que ellos también están realizando un estudio a estas casonas junto a la Facultad de Ciencias del Hábitat, Diseño y Arte de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), que tiene como objetivo revalorizar estos inmuebles. 

“Con esto vamos a conocer un valor real de lo que tenemos como patrimonio, cuántas casas realmente deben ser catalogadas como tales, porque muchas se encuentran totalmente deshechas. Algunas son garajes y aparecen en el listado como casa patrimonial”, explica anunciando que para fin de año este estudio será presentado.