Deforestación sin control en el Chaco Tarijeño amenaza acuíferos y biodiversidad
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La deforestación avanza a un ritmo acelerado en la región del chaco Tarijeño, generando preocupación por sus impactos ambientales y la falta de control por parte de las autoridades.
Ludmila Pizarro, bióloga de la Plataforma de Medio Ambiente de Villa Montes, viene alertando sobre desmontes en el municipio que aparentemente carecen de autorización. Explicó que la normativa exige dejar 30 metros de cortina rompevientos, algo que no se cumpliría, y que no se ha aclarado el uso final de las tierras deforestadas, particularmente en zonas no aptas para la agroindustria.
Pizarro señaló que la zona más afectada es La Vertiente, donde predomina la presencia de colonias menonitas. Agregó que los desmontes avanzan rápidamente hacia el río Pilcomayo, advirtiendo que, de no tomarse, la deforestación medidas alcanzará sus orillas con graves consecuencias ambientales.
“Si el desmonte llega al río Pilcomayo, estaremos ante un desastre ambiental de gran magnitud”, advirtió la experta.
Falta de control y sanciones laxas
Según Pizarro, la situación se ha denunciado en reiteradas ocasiones, pero las autoridades han hecho omiso. En los próximos días, la Plataforma de Medio Ambiente enviará una solicitud formal a la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT) para esclarecer los límites del desmonte y el uso planificado de las tierras intervenidas.
Aseguró que esta región es una de las principales zonas de recarga hídrica del Chaco y que su transformación en área agroindustrial pone en peligro la seguridad hídrica de la región. Asimismo, denunció que la ABT tiende a regularizar desmontes ilegales con simples multas, sin revertir los daños ambientales ya ocasionados.
La urgencia de proteger el bosque chaqueño
La bióloga enfatizó la necesidad de establecer áreas de conservación para frenar la deforestación. “El Chaco no cuenta con zonas protegidas específicas, lo que lo deja vulnerable a la expansión descontrolada de la agroindustria, en violación del Plan de Uso de Suelos (PLUS) de Tarija”, afirmó.
Además, lamentó que en el actual escenario electoral ningún candidato haya propuesto una política ambiental concreta. “Independientemente de su ideología, ninguna plantea estrategias para la preservación del medio ambiente. En Bolivia, los recursos naturales siguen viéndose únicamente como fuente de explotación”, criticó.
Impacto en los acuíferos y en la producción apícola
La deforestación en La Vertiente y su expansión hacia Ibibobo ponen en riesgo los acuíferos de la llanura chaqueña. Pizarro alertó que el uso indiscriminado del suelo, sin un verdadero ordenamiento territorial, compromete la seguridad hídrica y el equilibrio ambiental de la región.
Asimismo, recordó que Villa Montes es el principal productor apícola del país, pero que la expansión de la agroindustria representa una amenaza directa para el sector. “El poder político que ha adquirido la agroindustria está desplazando a los productores apícolas. Se ha convertido en una lucha de fuerzas entre sectores productivos”, concluye.
Con información de Plataforma Ambiental El Andaluz y BioChaco