Cinco frentes de conflicto cercan a Bolivia en tiempos de COVID-19

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Bolivia atraviesa por un aumento de contagios por el coronavirus COVID-19 que se cree que se incrementará aún más en las siguientes semanas, de los que no se libran ni el Gobierno ni el Parlamento. Además de esta frente de conflicto, hay otros cuatro que amenazan al país.

La alta incidencia de contagios para un país de unos once millones de habitantes no impidió que se realicen protestas masivas y aglomeraciones en calles, pese a la cuarentena que rige desde hace más de tres meses, y enfrentamientos políticos, entre otros.

1. La semana pasada se supo que la presidenta Jeanine Áñez, dio positivo al patógeno causante de la enfermedad de la COVID-19, pero mantiene sus actividades con sus colaboradores, con reuniones telemáticas mientras cumple aislamiento en la residencia presidencial. A ella se suman otras autoridades de su Gabinete y la presidenta del Senado, Eva Copa.

2. La pandemia no impidió que se produzcan protestas sociales de algunos sectores que sienten el efecto adverso en sus ingresos económicos de medidas de restricción como las que limitan el salir a la calle y la circulación de vehículos.

3. Santa Cruz, La Paz, El Alto y Cochabamba, las principales ciudades del país, sufren un sistema hospitalario colapsado, con centros de salud que han dejado de atender al identificarse a personal con síntomas del nuevo coronavirus.

4. A ese escenario se sumó la polémica en torno a los beneficios o perjuicios del dióxido de cloro, una sustancia que según algunos médicos ayuda a enfrentar la enfermedad pero que ha sido desestimada por el nivel central de sanidad. Mientras que fármacos como la ivermectina o azitromicina, entre otros, son de alta demanda en farmacias ante la difusión de pequeños recetarios o paquetes anti-Covid que pululan en redes sociales.

5. Los comicios generales que se espera para el 6 de septiembre continúan dividiendo a la opinión pública, entre los que consideran que deben realizarse en la fecha establecida y los que no por la situación sanitaria.

El Gobierno mantiene la proyección de que a finales de agosto y principios de septiembre Bolivia afrontará una etapa de más contagios, algo que podría incrementarse si es que se realiza una jornada electoral.

Casos positivos

La enfermedad afecta a varios ministros del Gobierno de la presidenta Jeanine Áñez. El primero fue el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, y le siguieron los de Salud, Eidy Roca; y Minería, Jorge Oropeza. El domingo se sumó el de Economía, Óscar Ortiz, que tuvo ser hospitalizado y, el lunes, la canciller Karen Longaric.

Protestas

Cientos de choferes de sindicatos de transportes públicos muy populares en el país como los minibuses marcharon por el centro de La Paz para exigir a la Alcaldía el incremento de tarifas y una movilización similar se produjo durante varias jornadas con una protesta de maestros, descontentos con la gestión gubernamental tras meses de clases presenciales paralizadas.

La Paz ha sido también espacio para que protesten artistas, dueños de negocios gastronómicos, padres de familia que piden la reducción de cuotas escolares y trabajadoras sexuales, a pesar de que las autoridades han prohibido concentraciones masivas que faciliten la transmisión de contagios.

Elecciones

El Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales, que iba primero en las encuestas cuando se decidió aplazar los comicios inicialmente previstos para el 3 de mayo, defiende que países con un censo electoral y una incidencia de la enfermedad similar, como recientemente la República Dominicana, e incluso en peores circunstancias, como Francia, han celebrado elecciones y en Bolivia no se pueden posponer indefinidamente.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) tomó iniciativas para que los fondos públicos para financiar campañas electorales pasen extraordinariamente a utilizarse para la atención de la pandemia.