Angela Merkel critica la falta de transparencia de China en la pandemia y la debilidad de la cadena global de suministros

La canciller pone de relieve la necesidad de actuar de forma multilateral en un mundo interconectado

La canciller Angela Merkel criticó hoy la falta de transparencia de China en los primeros momentos de la pandemia de coronavirus, el multilateralismo mal entendido y la debilidad mostrada por la cadena global de suministros en lo que denominó la "catástrofe más importante del siglo".

"La pandemia ha dejado muchas lecciones. Ha puesto de manifiesto la debilidades y puntos fuertes de nuestras sociedades y a nivel global", afirmó Merkel en una intervención telemática en el foro económico de Davos , que por primera vez y debido a la pandemia se celebra de forma virtual.

La canciller señaló que la pandemia ha puesto de manifiesto hasta qué punto el mundo esta interconectado y es necesario actuar de forma multilateral, pero puntualizó que "multilateralismo no significa trabajar juntos sino hacerlo con transparencia, y eso no sucedió con China y la Organización Mundial de la Salud", dijo Merkel. Renglón seguido expresó su satisfacción en que un equipo de científicos haya podido viajar ahora a Wuhan, donde supuestamente se originó la pandemia.

No fue el único dardo que Merkel lanzó al gigante asiático, cuyo presidente, participó la víspera en Davos para exponer, entre otras ideas, su visión del multilateralismo. "No estoy del todo de acuerdo con la visión del presidente Xi Jinping. No comparto su modelo social y creo que hay que separar lo que puede considerarse inferencia de las actuaciones que pueden dañar a los demás, tanto fuera como dentro sus fronteras. Porque cuando un país firma la Carta de Naciones Unidas lo hace la sociedad y en una sociedad viven personas", subrayó Merkel en una defensa a los derechos individuales.

La canciller afirmó que la pandemia ha sacado a relucir los fallos del sistema multilateral y las cadenas de suministros. "Hay que fortalecer y estabilizar esas cadenas, ahora demasiado lineales. Cuando un eslabón falla, falla el resto y aquí caben dos opciones. O lo solucionamos o nos hacemos todos menos dependientes, es decir volvemos al proteccionismo".

Merkel abogó por lo primero y, aunque sin entrar en los detalles, se refirió "a los errores" que Alemania cometió al inicio de la pandemia, pero después corrigió uniendo sus fuerzas al resto de los países de la Unión Europea.

"Juntos somos más fuertes, podemos negociar mejor y hacer valer mejor nuestros intereses", declaró la canciller, pese a lo cual se mostró contraria a un multilateralismo de bloques.

Saludó en ese contexto el retorno de Estados Unidos con el presidente Joe Biden al tablero internacional, a la OMS, al Acuerdo Climático de París y, para, llevar a cabo la reforma aún pendiente de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Merkel y Biden mantuvieron una conversación telefónica, la primera desde que éste fue confirmado en la Presidencia, que la canciller aprovechó para invitarle a visitar Alemania en cuanto lo permita la pandemia. Portavoces del Ejecutivo informaron de que en esa llamada ambos coincidieron en la importancia de aunar esfuerzos a nivel internacional para combatir el Covid-19 y en retomar y profundizar las relaciones transatlánticas.

En su intervención por videoconferencia en Davos y ya en clave nacional, Merkel reveló que la lección que extrae Alemania de la pandemia sabe agridulce. "Alemania tiene puntos fuertes, pero también ha salido a relucir debilidades que hay que corregir", afirmó

Enumeró como puntos fuertes la pertenencia de país a UE, su sistema federal, unas finanzas sólidas que le permiten paliar las consecuencias del parón económico en las empresas y sus trabajadores, además de una política de investigación y desarrollo a la que en estos momentos se destine el 3,5% del PIB. La mayor debilidad, a su juicio, es la falta a digitalización de la sociedad, en las administraciones y en los colegios. Y, como en la UE, el exceso de burocracia y lentitud con la que se llevan a cabo todos los procesos.

Fuente: El Mundo